La imaginación puede ser clave para el comportamiento altruista

Una nueva investigación muestra que cuando vemos personas en problemas, imaginamos cómo podemos ayudar antes de actuar.

Según investigadores del Boston College y la Universidad de Albany, SUNY, el proceso subyacente en funcionamiento se conoce como simulación episódica, esencialmente la capacidad de reorganizar los recuerdos del pasado en un evento recién imaginado simulado en la mente.

Los investigadores dijeron que la neuroimagen les ayudó a identificar múltiples vías neuronales que explican la relación entre la imaginación y la voluntad de ayudar a los demás.

El equipo exploró dos regiones cerebrales separadas con funciones diferentes: la unión temporoparietal derecha (RTPJ), una región del cerebro que se cree que participa en la representación de las mentes de otras personas, también conocida como "toma de perspectiva", y el lóbulo temporal medial (MTL ) subsistema, un conjunto de regiones del cerebro que apoyan la simulación de escenas imaginadas.

El estudio descubrió evidencia del impacto directo de las imágenes de la escena en la voluntad de ayudar, según la profesora asociada de psicología del Boston College Liane Young, coautora e investigadora principal del proyecto.

Mientras que los participantes del estudio imaginaron escenas de ayuda, la actividad neuronal en el MTL predijo la voluntad general de ayudar a la persona necesitada, según los investigadores.

"Si somos capaces de imaginar vívidamente ayudar a alguien, entonces creemos que es más probable que lo hagamos", dijo Young, director del Laboratorio de Moralidad en BC. "Imaginar el paisaje que rodea la situación también puede impulsar a las personas a tomar la perspectiva de las personas en la situación que necesitan ayuda, lo que a su vez impulsa la acción prosocial".

Esto puede deberse a un fenómeno conocido como inflación de la imaginación, donde los humanos usan la viveza de su imaginación como una especie de señal para estimar la probabilidad de un evento, según los investigadores.

El equipo de investigación se propuso aprender cómo la capacidad de simular escenas imaginadas y recordadas ayuda a motivar a las personas a formar intenciones más altruistas. El objetivo era descubrir los mecanismos cognitivos y neuronales que explican la relación entre la simulación episódica y la mayor disposición para ayudar a los necesitados.

En el primer experimento, que permitió al equipo observar ambas regiones del cerebro, los investigadores recopilaron imágenes cerebrales funcionales tal como las personas imaginaban y recordaban ayudar a otros en escenarios hipotéticos.

En el segundo experimento, mientras las personas se imaginaban ayudando a otra persona, el equipo usó estimulación magnética transcraneal (TMS) para interrumpir la actividad en su unión temporoparietal derecha (RTPJ), una región del cerebro que se cree que está involucrada en representar las mentes de otras personas.

La neuroimagen reveló que la voluntad de ayudar también fue predicha por la actividad en el RTPJ, un nodo crítico que está involucrado en tomar la perspectiva de otras personas, según los investigadores. Sin embargo, en el segundo experimento, cuando el equipo usó TMS para inhibir temporalmente la actividad en el RTPJ, encontraron que el efecto altruista de imaginar vívidamente la ayuda seguía siendo significativo, lo que sugiere que este efecto no depende exclusivamente de la toma de perspectiva.

"Inicialmente esperábamos que una mayor actividad neuronal en el subsistema del lóbulo temporal medial se asociaría con una mayor disposición a ayudar", informaron los investigadores. "Sorprendentemente, encontramos lo contrario: cuanta más actividad tenía una persona en su subsistema MTL mientras imaginaba escenas de ayuda, menos dispuesta estaba a ayudar a la persona que lo necesitaba".

Esta contradicción puede explicarse por una menor actividad de MTL que refleja una mayor facilidad para imaginar episodios, y esa facilidad de imaginación significa que los participantes están más dispuestos a ayudar. De acuerdo con este relato, el equipo descubrió que cuando los participantes informaron que les resultaba más fácil imaginar o recordar episodios de ayuda, también tendían a informar que estaban más dispuestos a ayudar a la persona que lo necesitaba.

Los próximos pasos en la investigación conectarán aún más el enfoque de neuroimagen del laboratorio con las medidas del comportamiento altruista del mundo real, según los investigadores.

El estudio fue publicado en la revista Neurociencia social cognitiva y afectiva.

Fuente: Boston College

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