Regreso a la escuela y disonancia cognitiva

El término disonancia cognitiva significa tener sentimientos, creencias o comportamientos en conflicto que causan malestar interno. También puede describir el sentimiento de decepción que uno siente cuando las cosas no salen como se esperaba. Con las escuelas de todo el país volviendo a su propia versión personal de un nuevo año académico este mes, los estudiantes, maestros, personal y padres se enfrentan colectivamente al potencial de experimentar repetidamente diferentes formas de disonancia cognitiva.

El condado rural de Georgia en el que resido tiene la suerte de tener un número reducido de casos locales y nuestro sistema escolar ha regresado en persona, con la opción de conectarse en línea. Si bien mis dos hijos estaban más que emocionados de regresar a su salón de clases tradicional, aunque con algunas diferencias de precaución, sé en el fondo de mi mente que algún tipo de cuarentena o cierre podría estar en el horizonte en cualquier momento. ¿Cómo puedo ayudar a mis hijos a sobrellevar lo que seguramente se sentirá como un “revés” si de repente regresan a la escuela virtual en casa?

La disonancia cognitiva es una señal importante. Para nosotros, significa que algo anda mal. Si estamos obligados a cambiar nuestras creencias o nuestro comportamiento para restaurar la armonía es un proceso de evaluación que debemos superar. Reconciliar la disonancia interna es una gran habilidad para enseñar a los niños desde el principio, ya que se enfrentarán a una multitud de "desilusiones" a lo largo de sus vidas. El proceso de toma de decisiones conlleva inherentemente cierta disonancia cognitiva, porque en cualquier decisión, nos enfrentamos a renunciar a los beneficios de la opción alternativa que no elegimos. Los sopesamos y los evaluamos para determinar el mejor curso de acción, pero a veces aún tenemos que encontrar una manera de reconciliar lo perdido.

Ya sea que esté atravesando el proceso de toma de decisiones sobre cómo regresar de manera segura a la escuela o preguntándose cómo navegar por la incertidumbre que este año escolar puede presentar, a continuación se presentan algunas sugerencias para reconciliar la disonancia cognitiva que puede experimentar.

Haz tu mejor esfuerzo

Más que un tópico para estimular la autoestima, esta frase sirve como un recordatorio de que tomamos nuestras decisiones lo mejor que podemos con la información que tenemos en ese momento. Si no se desarrollan de la manera que pensamos que lo harían, no cambia el proceso de evaluación por el que pasamos para tomar la decisión en primer lugar. Podemos atribuir la experiencia a las lecciones aprendidas y tomar decisiones futuras desde un lugar recién informado.

Todos los recuentos de movimiento hacia adelante

Esta es una lección importante que aprendí hace mucho tiempo después de experimentar el dolor de perder a mi padre. Al igual que en la curación del dolor, en cualquier esfuerzo difícil, cualquier cantidad de movimiento hacia adelante es valiosa. Es cuando nos quedamos estancados, estancados o paralizados por el miedo o el desánimo que realmente estamos en un lugar peligroso. Los pequeños incrementos pueden no parecer mucho al principio, pero con el tiempo, se suman a grandes cambios y grandes avances. Cuando no sepa cómo o por qué o qué hacer, tome ese camino que simplemente lo mantiene en movimiento. A veces, esto puede incluso aplicarse a su proceso de toma de decisiones. Si se enfrenta a demasiadas decisiones y se siente abrumado, intente dividir sus opciones en opciones más pequeñas e inmediatas. Pregúntese: "¿Qué pequeña decisión puedo tomar ahora mismo?" No tienes que resolver todo de una vez, solo sigue moviéndote.

Práctica y modelo de resiliencia

Si hay un cierre de la escuela o usted o su hijo deben ponerse en cuarentena, practique la resiliencia manteniendo una actitud positiva. Explíquele a su hijo de manera abierta y segura que es simplemente el momento de "cambiar de marcha". Evite quejas o preocupaciones ociosas frente a sus hijos. Los niños están sintonizados con las reacciones de los adultos. La perspectiva de un niño sobre una situación depende en gran medida de cómo la manejen los adultos en su proximidad. De nuestra experiencia anterior, mis hijos y yo tenemos una rutina de cómo es la educación en casa y una rutina de cómo es la escuela tradicional. Poder cambiar entre estos dos con poca interrupción les brinda una valiosa experiencia de adaptabilidad para el cambio para todos los desafíos de la vida que se avecinan.

Decidir seguir adelante de manera positiva no niega la adversidad o los peligros que usted o los miembros de su familia pueden enfrentar en medio de esta pandemia. Pero aún mantenemos la opción, en todas las decisiones, de enfrentar nuestras opciones con una actitud lúgubre y ansiosa o con optimismo y esperanza de poder navegar por el terreno de una manera que no sacrifique nuestra capacidad de aprender de esta experiencia y expandir nuestro crecimiento para nuevos emprendimientos. Qué regalo podemos darles a nuestros hijos si podemos afrontar los retos que nos esperan con esta última actitud.

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