El insomnio en la recuperación temprana de la adicción aumenta el riesgo de recaída

El insomnio es un problema "prevalente y persistente" para los pacientes en las primeras fases de recuperación de la enfermedad de la adicción y puede conducir a un mayor riesgo de recaída.

"Tratar los trastornos del sueño en la recuperación temprana puede tener un impacto considerable en el mantenimiento de la sobriedad y la calidad de vida", dijo Nicholas Rosenlicht, M.D., de la Universidad de San Francisco.

En un informe en el Revista de medicina de adicciones, los investigadores citan evidencia que sugiere que la incidencia de insomnio en la recuperación temprana puede ser cinco veces mayor que la de la población general. Y puede persistir durante meses o años.

El insomnio puede estar relacionado con un mayor riesgo de problemas relacionados con el alcohol y recaídas, anotaron los investigadores. La asociación también puede ir en la otra dirección: otros estudios han encontrado que las personas con trastornos del sueño tienen más probabilidades de tener un riesgo de desarrollar adicción.

Para agravar el problema, algunas personas adictas al alcohol beben por la noche como una forma de abordar los problemas del sueño, informaron los investigadores. Pero tiene el efecto opuesto: el alcohol es una causa bien documentada de interrupción del sueño con efectos tóxicos en varios sistemas neurobiológicos y puede contribuir a problemas de sueño duraderos incluso durante la abstinencia, según los investigadores.

Entonces, si el insomnio contribuye a la recaída, ¿el tratamiento del insomnio puede reducir ese riesgo?

La evidencia es mixta, según los investigadores. Señalan que algunos estudios han demostrado que el uso de medicamentos para el insomnio durante la recuperación (principalmente de la adicción al alcohol) puede reducir la tasa de recaída.

Pero los profesionales médicos deben tener cuidado al recetar medicamentos para tratar el insomnio en el paciente en recuperación, según los investigadores. Estos pacientes pueden tener un mayor riesgo de uso indebido, abuso o adicción a los medicamentos para dormir, o propensos a sufrir un "insomnio de rebote" después de suspender los medicamentos, señalan.

La mayoría de los especialistas en adicciones dijeron que serían reacios a recetar medicamentos a pacientes con problemas de sueño, según una encuesta.

Esta creencia ha hecho que los enfoques conductuales se utilicen más ampliamente para tratar a los pacientes con insomnio durante la recuperación, según los investigadores. En particular, la evidencia apoya el uso de la terapia cognitivo-conductual (TCC), informaron.

Este enfoque incluye diarios del sueño y cuestionarios para recopilar información sobre el insomnio del paciente y el progreso durante el tratamiento, así como educación sobre el sueño y los efectos de las sustancias, incluidas las prácticas de "higiene del sueño" para promover un buen sueño, dijeron los investigadores.

La CBT interviene dirigiendo procesos que perpetúan el insomnio, explicaron los investigadores. Las intervenciones conductuales incluyen la restricción del sueño, la limitación del tiempo en la cama a la cantidad real de tiempo dormido y el control de los estímulos, buscando fortalecer la asociación entre estar en la cama y dormir.

Los pacientes también reciben intervenciones cognitivas, desafiando pensamientos negativos o catastróficos sobre las consecuencias del insomnio.

"El tratamiento del insomnio después de la abstinencia representa un objetivo de tratamiento importante y una parte integral de cualquier plan de recuperación", concluyó Rosenlicht.

Fuente: Wolters Kluwer Health

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