Ayudar a los niños a aprender a manejar las emociones

Las emociones son una parte integral de la vida. Están vinculados a nuestros sentimientos sociales y sensoriales, lo que nos permite dar sentido a nuestro paisaje interior. Sin ellos, no podríamos experimentar plenamente la rica diversidad de la vida.

Si bien las emociones son fáciles para la mayoría de nosotros, pueden ser difíciles de manejar incluso como adultos. A los niños, especialmente, les resulta difícil controlarse a sí mismos cuando están atrapados por emociones fuertes. Debido a esto, criar niños emocionalmente sanos requiere un delicado equilibrio. Por un lado, queremos que aprendan a expresarse, pero por el otro, no queremos que se salgan de control.

Consejos para enseñar a los niños a manejar sus emociones

Los niños que no aprenden a manejar sus emociones a menudo terminan buscando mecanismos de afrontamiento poco saludables como el abuso de sustancias, la violencia, la promiscuidad o la rebelión hacia la autoridad. Reprimir las emociones también puede conducir a problemas graves como depresión, ansiedad y autolesiones, entre otros. Por eso es importante que tratemos de ayudar a nuestros hijos a aprender a manejarlos.

Aquí hay algunos consejos efectivos sobre cómo hacerlo:

Modele la autorregulación emocional saludable.

Los niños son buenos observadores y emularán lo que haces. Si gritas, ellos aprenden a gritar. Habla con respeto y ellos lo copiarán. Su propio comportamiento puede contribuir en gran medida a negar o reforzar cualquier hábito que esté tratando de enseñar a sus hijos. Entonces, en lugar de gritar o hacer comentarios intimidantes cuando esté enojado o molesto, modele un comportamiento saludable tomándose un tiempo para calmarse y actuar de manera racional. Hacer esto frente a su hijo le ayuda a aprender a controlar sus emociones y a tener autocontrol.

Reconozca y valide las emociones de su hijo.

Aprenda a reconocer los sentimientos de su hijo o adolescente incluso si le hacen sentir incómodo o si piensa que no son razonables. Sea empático en lugar de juzgarlo y use declaraciones que reflejen sus emociones como "Eso debe haberte enojado" o "Pareces triste". Esto valida sus sentimientos y los hace sentir comprendidos.

Reconocer y validar los sentimientos de su hijo envía un mensaje de que sus emociones son importantes. Aprenden que tener emociones puede ser incómodo pero no peligroso. En consecuencia, comienzan a aceptar y procesar sus emociones en lugar de reprimirlas, y finalmente obtienen una mejor conciencia y control emocional.

Limite sus acciones pero no sus emociones.

En primer lugar, es imposible limitar las emociones de su hijo. Decirle que se calme o castigarla no cambiará el hecho de que están molestos. Solo les enseña que sus emociones son “malas” o “equivocadas” y que intentarán reprimirlas, dejándolas supurar hasta que salgan burbujeando con consecuencias desastrosas. Un mejor enfoque es enseñarles habilidades de afrontamiento que puedan ayudarles a procesar sus emociones.

Además, enséñeles a sus hijos a separar sus emociones de sus acciones. Necesitan aprender que no podemos elegir nuestras emociones, pero podemos elegir cómo nos comportamos, por ejemplo, si bien está bien enojarse, no está bien golpear a los demás o tirar cosas. Con mucha paciencia y compasión, puede ayudarlos a aprender esto.

Deje que lo hablen.

Otra buena estrategia consiste en animar a su hijo a hablar sobre las cosas. Hablar sobre un incidente perturbador no solo lo ayudará a descubrir qué desencadenó un colapso, sino que también le permitirá a su hijo entender las cosas. Dejarlo todo les ayuda a expresar, clasificar y resolver sus miedos, tristeza o enojo, eliminando la posibilidad de que un trauma no resuelto o emociones reprimidas regresen para perseguirlos en el futuro.

Ayúdelos a encontrar salidas emocionales saludables.

Una gran parte de tener una vida emocional saludable implica aprender a canalizar las emociones negativas de manera positiva o constructiva. Tener una salida emocional le permite a su hijo liberar cualquier emoción reprimida, mejorando su salud mental. Además, su hijo puede aprender mucho sobre sí mismo e incluso mejorar su vida social adoptando algunas formas de autoexpresión como bailar, tocar un instrumento, pintar, escribir o practicar un deporte.

No podemos prescindir de las emociones, por lo que ayudar a su hijo a controlar las suyas es importante para su sentido de sí mismo, así como para su salud mental y bienestar social.

Recursos:

Bernstein J. (2013, 30 de septiembre). Cinco formas fáciles y poderosas de validar los sentimientos de su hijo. Obtenido de https://www.psychologytoday.com/blog/liking-the-child-you-love/201309/five-easy-powerful-ways-validate-your-childs-feelings

Una mejor mirada a las autolesiones en adolescentes - Infografía. (Dakota del Norte.). Obtenido de https://www.liahonaacademy.com/a-better-look-at-teen-self-harm-infographic.html

Handel S. (13 de mayo de 2011). 50 formas de canalizar constructivamente las emociones negativas. Obtenido de http://www.theemotionmachine.com/50-ways-to-constructively-channel-negative-emotions/

Habilidades sociales: controlar las emociones. (2017, 30 de abril). Obtenido de https://www.conovercompany.com/social-skills-controlling-emotions/

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