Los juegos de computadora generan emociones similares entre los competidores

Investigadores de Finlandia han descubierto que los juegos de computadora pueden armonizar las respuestas emocionales y la actividad cerebral de los jugadores.

Los científicos midieron la actividad de los músculos faciales y las imágenes del cerebro mientras los individuos jugaban, y encontraron que las personas pasan por emociones similares y muestran ondas cerebrales coincidentes.

El estudio se publica en MÁS UNO.

Los expertos dicen que es bien sabido que las personas que se comunican cara a cara empezarán a imitarse unas a otras.

Por ejemplo, las personas adoptan las poses y los gestos de los demás, al igual que los bostezos contagiosos.

Lo que es menos conocido es que la fisiología misma de las personas que interactúan muestra un tipo de mimetismo, que llamamos sincronía o vinculación, explica Michiel Sovijärvi-Spap, investigador principal.

En el estudio, los participantes de la prueba juegan un juego de computadora llamado Hedgewars, en el que manejan su propio equipo de erizos animados y, por turnos, disparan al equipo contrario con artillería balística.

El objetivo es destruir los erizos del equipo contrario.

El equipo de investigación varió la cantidad de competitividad en la situación del juego: los jugadores se unieron contra la computadora y también fueron inmovilizados directamente entre sí.

Se midió a los jugadores para detectar reacciones musculares faciales con electromiografía facial, o fEMG, y sus ondas cerebrales se midieron con electroencefalografía, EEG.

Los científicos de la investigación encontraron un vínculo en el fEMG: dos jugadores mostraron emociones similares, ondas cerebrales similares en momentos similares.

También hubo un vínculo en las ondas cerebrales con EEG, dice Sovijärvi-Spapé.

Sorprendentemente, cuanto más competitivo se vuelve el juego, más sincronizadas están las respuestas emocionales de los jugadores.

Aunque es contradictorio, los investigadores descubrieron que el efecto aumenta a medida que un juego se vuelve más competitivo.

Es decir, cuanto más competitivo se vuelve el juego, más comienzan a reflejarse las emociones positivas de los jugadores. Mientras tanto, sus experiencias de emociones negativas aumentan.

Los investigadores creen que los hallazgos apuntan a áreas que requieren mayor estudio.

Por ejemplo, sentir las emociones de los demás podría ser particularmente beneficioso en entornos competitivos: el vínculo puede permitirle a uno anticipar mejor las acciones de los oponentes.

Otra interpretación sugerida por el grupo es que el vínculo físico de la emoción puede funcionar para compensar un vínculo social posiblemente debilitado mientras se compite en un entorno de juego.

Dado que nuestros participantes eran todos amigos antes del juego, podemos especular que el vínculo es más prominente cuando una amistad se ve "amenazada" mientras compiten entre sí, transmite Sovijärvi-Spapé.

Fuente: Escuela de Negocios de la Universidad Aalto y Universidad de Helsinki

!-- GDPR -->