Los bebés responden a tipos específicos de cariño

Un nuevo estudio descubre que los bebés muestran respuestas fisiológicas y de comportamiento únicas al tacto agradable.

"Esta interacción puede ayudar a cimentar los vínculos entre el niño y los padres y promover el desarrollo social y fisiológico temprano", dijeron los investigadores.

Estudios previos con adultos han demostrado que cuando se acaricia la piel, se activa un tipo específico de receptor táctil en respuesta a una velocidad de acariciación particular, lo que lleva a la sensación de tacto "agradable".

La neurocientífica cognitiva Merle Fairhurst, Ph.D., y sus colegas del Instituto Max Planck en Alemania plantean la hipótesis de que este tipo de respuesta podría surgir desde la infancia.

La investigación se publica en ciencia psicológica, una revista de la Association for Psychological Science.

Para el estudio, Fairhurst y sus colegas hicieron que los bebés se sentaran en el regazo de sus padres mientras el experimentador acariciaba la parte posterior del brazo del bebé con un pincel.

El experimentador varió la velocidad de las pinceladas entre tres velocidades definidas (0,3, 3 o 30 cm por segundo). Los experimentadores midieron las respuestas de los bebés mediante medidas fisiológicas y de comportamiento.

Los resultados mostraron que la frecuencia cardíaca de los bebés disminuyó en respuesta a las pinceladas, pero solo cuando las pinceladas eran de velocidad media; en otras palabras, el toque del cepillo de velocidad media ayudó a disminuir su excitación fisiológica.

Los bebés también mostraron más compromiso con el pincel durante las pinceladas de velocidad media, medido por cuánto tiempo y con qué frecuencia miraban el pincel mientras se les acariciaba.

Curiosamente, la frecuencia cardíaca más lenta de los bebés durante las pinceladas de velocidad media se correlacionó de manera única con la sensibilidad al tacto autoinformada por los propios cuidadores principales.

Es decir, cuanto más sensible era el cuidador al tacto, más se desaceleraba la frecuencia cardíaca del bebé en respuesta al toque de velocidad media.

Los investigadores señalan que este vínculo entre el cuidador y el bebé podría estar respaldado por explicaciones de "crianza" y "naturaleza".

“Una posibilidad es que la sensibilidad de los bebés al tacto agradable se derive de la experiencia directa o indirecta de diferentes niveles de contacto social como una función de la sensibilidad de su cuidador al contacto social”, dijo Fairhurst.

“Otra posibilidad es que el contacto social sea genéticamente hereditario y, por lo tanto, esté correlacionado entre los cuidadores y los bebés”.

Según los investigadores, los hallazgos "respaldan la noción de que el tacto agradable juega un papel vital en las interacciones sociales humanas al demostrar que la sensibilidad al tacto agradable surge temprano en el desarrollo humano".

Argumentan que la capacidad de percibir y responder con sensibilidad al tacto agradable es probablemente vital temprano en la vida debido al papel fundamental que juega el tacto en la afiliación, la vinculación y la sincronía entre los bebés y los cuidadores.

Fairhurst y sus colegas planean ampliar estos hallazgos explorando la base cerebral del tacto agradable utilizando herramientas de neuroimagen e investigando los efectos psicológicos que el tacto agradable tiene en el funcionamiento social de los bebés.

Fuente: Ciencias Psicológicas


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