La depresión posparto de las madres reduce la fertilidad posterior

Una nueva investigación sugiere que el estrés asociado con la depresión posparto influye en los niveles de fertilidad futuros.

Un equipo de antropólogos evolutivos de la Universidad de Kent descubrió que es poco probable que las mujeres con depresión posparto tengan más de dos hijos.

Sus hallazgos han sido publicados en la revista Evolución, Medicina y Salud Pública.

Los investigadores señalan que hasta ahora, se sabía muy poco acerca de cómo la futura fertilidad de las mujeres se ve afectada por la experiencia de la depresión posparto.

Los investigadores recopilaron datos sobre los antecedentes reproductivos completos de más de 300 mujeres para medir el efecto que tuvo la depresión posparto en su decisión de tener más hijos.

Todas las madres nacieron a principios o mediados del siglo XX y la mayoría vivían en países industrializados mientras criaban a sus hijos.

El equipo de investigación concluyó que la depresión posparto, particularmente cuando nace el primer hijo, conduce a niveles más bajos de fertilidad.

Experimentar niveles más altos de angustia emocional en su primer período posnatal disminuyó la probabilidad de que una mujer tuviera un tercer hijo, aunque no afectó si tenía un segundo.

Además, la depresión posparto después del primer y segundo hijo disuadió a las mujeres de tener un tercer hijo en la misma medida que si hubieran experimentado complicaciones importantes en el parto.

Investigadores Sarah Myers, Dres. Oskar Burger y Sarah Johns dijeron que esta es la primera investigación que destaca el papel potencial que tiene la depresión posparto en el envejecimiento de la población.

Creen que el hallazgo es especialmente importante a medida que la edad media de un país envejece con el tiempo. Este cambio demográfico se debe principalmente a que las mujeres tienen menos hijos y puede tener importantes consecuencias sociales y económicas.

Dado que la depresión posparto tiene una tasa de prevalencia de alrededor del 13 por ciento en los países industrializados, con angustia emocional que ocurre en hasta el 63 por ciento de las madres con bebés, la necesidad de mejorar la salud materna es importante tanto para la salud de la madre como para la nación.

Como tal, invertir ahora en medidas preventivas y de detección para garantizar una buena salud mental materna puede reducir los costos y los problemas asociados con el envejecimiento de la población en una etapa posterior.

Fuente: Universidad de Kent.

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