6 secretos para tratar con colegas pasivo-agresivos

Todos somos culpables de actuar ocasionalmente de manera pasivo-agresiva en el trabajo. Podemos usar el humor para desviar las críticas, decir a medias que sí cuando queremos decir no o indicar desinterés esperando días antes de responder un correo electrónico.

Identificar a las personas pasivo-agresivas no suele ser difícil.Son los colegas cuyos comentarios sarcásticos te hacen hervir la sangre. Su inclinación a echar la culpa o evitar asumir su parte de la carga de trabajo es una locura. El sarcasmo, el trato silencioso y la procrastinación son algunos de los muchos signos clásicos del comportamiento pasivo-agresivo.

Sin embargo, este tipo de evitación de conflictos puede convertirse en un problema cuando se vuelve crónico y generalizado. El comportamiento pasivo agresivo, ya sea malintencionado o no intencional, contribuye a crear un entorno tóxico. Nadie es inmune a los efectos de la hostilidad cubierta de azúcar en la oficina. Si no se controla, puede erosionar la moral de los empleados y contribuir al agotamiento, incluso si disfruta del trabajo que realiza.

Cerrar los patrones pasivo-agresivos en el lugar de trabajo puede resultar complicado. Se necesita tiempo y paciencia. Pero aprender a cortocircuitar este ciclo improductivo puede salvarlo de interminables luchas de poder que lo dejan sintiéndose miserable. Más importante aún, puede hacer su parte para detener la propagación de sentimientos negativos en la oficina.

Porque lo único peor que tratar con una persona pasivo-agresiva es convertirte en uno tú mismo.

Ver más allá de la superficie

Cuando un colega controla una actitud pasivo-agresiva, determine cómo este comportamiento lo ha beneficiado en el pasado.

Busque el resultado positivo oculto que motiva a la persona a actuar de forma pasiva-agresiva. ¿Qué logran al no expresarse directamente? Pueden llegar a sentirse superiores al menospreciar a los demás. O tal vez chismean para ser parte de la “multitud” en la oficina.

Considere las formas en que puede permitir que la dinámica pasivo-agresiva se mantenga en su lugar también: cumplidos ambiguos, postergar los entregables, decir "está bien" cuando no lo está.

Quitar la recompensa

Si bien puede sentirse molesto por las críticas de su colega o la falta de seguimiento, rehúse reflejar su tono emocional. No los regañe ni los rescate. Evite responder con comentarios como "¿Por qué harías eso?" o "¿Qué quieres decir realmente?"

El ojo por ojo no te lleva a ninguna parte. Reaccionar a las provocaciones solo intensifica el conflicto y le da a la persona pasiva agresiva la recompensa que desea, manteniendo el mal comportamiento en su lugar.

Siéntelo todo y levántate

Tiene derecho a ser tratado con respeto en el lugar de trabajo (lo cual es una expectativa que nunca debe transigir). También tienes la responsabilidad de proteger tu bienestar mental y emocional de los vampiros de energía pasiva agresiva. Eso podría significar trabajar desde casa para limitar el contacto, ponerse los auriculares mientras trabaja o dar una caminata rápida alrededor de la cuadra para despejar su mente.

Tratar de no estar molesto no hace que el problema desaparezca. En todo caso, a menudo lo empeora. Es perfectamente razonable sentirse frustrado por el comportamiento pasivo-agresivo, pero procesa tus emociones fuera de tu interacción con la persona.

Saque el ego de la comunicación

Si su trabajo requiere la colaboración de colegas pasivos agresivos, es posible que deba modificar ligeramente su comunicación para que las cosas funcionen.

Cuando esté en una conversación directa, evite usar palabras como "usted" o "su" cuando se dirijan a la persona pasivo agresiva. Reemplácelo con declaraciones que comiencen con "nosotros" para despersonalizar los problemas (tenemos algunos desafíos ...) o "cuándo" (cuando hay una falta de comunicación en el equipo ...)

Dominar algunos principios simples de asertividad puede ayudar a desactivar la resistencia y reforzar la cooperación.

Establezca límites y cumpla

Cuando comience a cambiar la forma en que se comunica, puede haber reacciones violentas de sus colegas. Las microagresiones pueden intensificarse cuando interrumpe la forma normal y esquiva de hacer las cosas.

Sea consistente en su comunicación asertiva y trabaje para establecer estándares y expectativas claros que hagan que las personas rindan cuentas. Las consecuencias, cuando se diseñan de manera efectiva, son la forma más poderosa de rechazar el comportamiento pasivo agresivo.

Por ejemplo, si desea reducir las tardanzas, comience las reuniones a tiempo, independientemente de quién llegue tarde. Si dice que empezará sin ellos, aplíquelo.

Adopte una política de puertas abiertas

Las personas pasivo-agresivas luchan por expresarse abiertamente en el trabajo, pero usted puede influir en un cambio positivo dando la bienvenida a la retroalimentación y al diálogo.

Empiece por ofrecer diferentes formas en las que los colegas pueden ponerse en contacto más allá de la comunicación cara a cara. Mencione que su bandeja de entrada siempre está abierta para ellos o que está disponible en Slack o Skype durante todo el día si surge algo.

Fomentar la comunicación bidireccional ayuda a evitar patrones pasivos agresivos antes de que comiencen. Al hacerlo, ayuda a crear un lugar de trabajo psicológicamente seguro donde puede prosperar la resolución de problemas constructiva y saludable.

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