Sea como la naturaleza: dóblese y sea resistente

La naturaleza nos enseña mucho sobre lo que se necesita para sobrevivir en el mundo. Si tan solo escucháramos.

Mientras veo caer la nieve fuera de mi ventana, no puedo evitar estar impresionado. Esta nieve perfecta se amontona en las ramas de los árboles, creando un bosque de blanco.

Pero las ramas solo pueden soportar tanto peso. ¿Qué pasa cuando la nieve se vuelve demasiada?

Aquí es donde entra en juego la asombrosa arquitectura de la naturaleza. La naturaleza tiene una solución simple para el peso del mundo, y es una de la que todos podemos aprender.

Las ramas se llenan de nieve. Cuando se vuelve demasiado, la rama se dobla suavemente, liberándose de la nieve y su peso. La rama, podríamos decir, está practicando Resiliencia.

La naturaleza ha considerado todas las posibilidades de la vida y ha construido mecanismos para garantizar que las cosas sobrevivan. Trae nieve a los árboles, y los árboles se doblan bajo el peso de la nieve, lo que no permite que sufran ningún daño real.

La naturaleza también ha construido estos mismos mecanismos en nosotros. Simplemente no siempre los reconocemos o usamos.

Uno de estos es algo que los psicólogos llaman Resiliencia. Esta es la capacidad de, como la rama de un árbol, volver a tomar forma y recuperarse de las dificultades que nos arroja la vida. Las generaciones pasadas pueden haber llamado a esto simplemente la "dureza" de una persona.

Algunos de nosotros somos más resistentes que otros, pero todos tenemos reservas de resistencia en lo más profundo de nosotros. A continuación, le indicamos cómo aprovecharlo mejor.

Consejos para desarrollar su resiliencia

1. Sea más consciente de sí mismo

Cuanto más se conozca a sí mismo, mejor comprenderá dónde residen sus fortalezas y sus debilidades. Si no se comprende a sí mismo, será menos capaz de manejar el estrés o los problemas de la vida. Si enfrenta un problema en la vida y confía en sus propias habilidades, sabe que el obstáculo que enfrenta en la vida puede superarse.

2. Aprenda a aceptar la vida por lo que es

Demasiadas veces pasamos tiempo deseando que las cosas fueran diferentes. Algunas personas gastan mucho tiempo y energía criticando la injusticia de la vida. Pero a menudo las cosas son simplemente como son en la vida y es posible que no podamos cambiarlo. Aceptar eso, y que la mayoría de los sentimientos relacionados con la infelicidad u obstáculos en la vida son temporales, puede ser de gran ayuda para mejorar su capacidad de recuperación.

En lugar de sentirse abrumado por la adversidad, también es útil aceptarla. Como dije en 2011:

Las investigaciones muestran que las personas que han pasado por eventos [adversos] experimentan menos deterioro y angustia que alguien que no ha pasado por eventos adversos o alguien que ha pasado por eventos muy traumáticos. No te escondas de la adversidad, abrázala con moderación. Le ayudará a perfeccionar aún más sus habilidades de afrontamiento y a prepararse mejor para el próximo evento.

La adversidad no solo nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades de afrontamiento, sino que también nos ayuda a poner las cosas en perspectiva. Una persona que no ha experimentado ninguna adversidad en su vida va a tener un momento especialmente difícil cuando el primer evento lo golpee, especialmente si no es hasta más tarde en la edad adulta.

3. Sea agradecido ... y paciente

Aprenda a estar más agradecido por lo que tiene en la vida. Las personas resilientes recuerdan que las cosas siempre pueden ser peores. Las cosas que a menudo damos por sentado (comida, agua potable, refugio, acceso a Internet al alcance de la mano) son cosas que gran parte del mundo no tiene.

Algunas personas se estresan cada vez que tienen que esperar en la fila o esperar unos momentos para satisfacer una de sus necesidades. El estrés causado por la impaciencia erosiona tu felicidad general poco a poco, tanto que puede pasar desapercibido. Pero la impaciencia también reduce su capacidad para concentrarse en lo que es realmente importante en la vida. Esperar unos momentos por algo no es importante.

4. Esté abierto a todas las cosas

Las personas resilientes nunca se cierran a nuevas ideas o nuevas formas de ser. Si eres el tipo de persona que dice "No" a todo, entonces todo pasará de largo. Conviértete en la persona que dice "Sí" en su lugar y prueba cosas nuevas, incluso aquellas que decidiste que no te gustaban en el pasado. Nuestros gustos cambian y aprender a adaptarnos y ser flexibles en la vida es un componente clave de la resiliencia.

5. Mantenga a sus amigos cerca

Como dije en 2011, nuestras relaciones sociales nos fortalecen. Parecen proporcionarnos un amortiguador contra el estrés, especialmente nuestros amigos cercanos. Es útil poder compartir nuestras pruebas y tribulaciones con aquellas almas de confianza que nos comprenden mejor.

Las personas resilientes se acercan cuando están en problemas. No se acercan a extraños, sino a aquellos en los que confía más y que comprenden nuestra historia, perspectiva y recursos. Las personas resilientes no evitan la ayuda; la aceptan con los brazos abiertos y comprenden que nadie puede superar todos los problemas por sí solo.

6. La mayoría de los problemas tienen solución

Una de las cosas que impulsa a las personas resilientes es el conocimiento de que prácticamente todos los problemas de la vida tienen una solución, incluso si no es obvio al principio. Esto no significa que tenga que buscar sin cesar (y estresarse) buscando esa solución. En cambio, significa que una persona resiliente sabe que si aprovecha sus recursos y redes sociales, eventualmente encontrará una manera de superar el obstáculo en la vida.

Si quieres ser más feliz, recurre a la naturaleza. Sea más como la naturaleza y aprenda a inclinarse cuando se enfrente a los obstáculos de la vida. Como la nieve.

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