Tracción Espinal Terapéutica

Dolor Mecánico y Compresivo
Hay muchos tipos de trastornos que se sabe que causan dolor de espalda, incluidos los definidos como mecánicos y / o compresivos. El dolor de espalda mecánico comúnmente proviene de una lesión o un proceso degenerativo que afecta los discos, articulaciones, ligamentos y / o músculos. El dolor de una raíz nerviosa irritada o 'comprimida', como en la ciática, se denomina dolor compresivo.

Las formas conservadoras de tratamiento pueden incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, un relajante muscular, un medicamento recetado para el dolor durante la fase aguda y fisioterapia. Junto con estas terapias, se puede recomendar la tracción espinal.

latigazo cervical, hombre en cuello ortopédico

Tracción espinal: qué hace
La tracción espinal terapéutica utiliza fuerzas creadas manual o mecánicamente para estirar y movilizar la columna vertebral. La tracción puede aliviar el dolor de espalda estirando los músculos espinales tensos que resultan del espasmo y ensanchando el agujero intervertebral para aliviar el pinzamiento de la raíz nerviosa.

Evaluación del paciente
Cada paciente es único y lo que funciona bien para un paciente puede no ser apropiado para otro. Por lo tanto, cada posible paciente se evalúa cuidadosamente antes del tratamiento. Esta evaluación permite al terapeuta tomar decisiones sobre el tipo de tracción que se utilizará, la fuerza / peso de la distracción y la duración del tratamiento.

El objetivo de la tracción es reducir el dolor para ayudar al paciente a ser más funcional. La terapia debe ser relajante, no causar dolor adicional o nuevo. Por lo tanto, la sesión inicial de tracción terapéutica generalmente usa menos fuerza o peso durante la distracción (alejamiento). El terapeuta sigue cuidadosamente las señales del paciente en relación con su nivel de tolerancia, que incluye el posicionamiento corporal.

Técnicas de tracción
Las técnicas aplicadas en la tracción espinal dependen en parte de la condición física del paciente, el trastorno, la tolerancia individual y los niveles espinales a tratar. La aplicación de tracción puede ser manual, posicional o mecánica. La tracción puede aplicarse como una fuerza continua o intermitente. Las técnicas presentadas a continuación no son exhaustivas.

Tracción cervical
La tracción terapéutica manual es un enfoque práctico. El paciente se acuesta en una posición relajada y cómoda en la mesa en decúbito supino. El terapeuta coloca cuidadosamente sus manos de tal manera que apoyen la cabeza del paciente durante la distracción. La fuerza es suave, estable y controlada.

Durante la tracción, el terapeuta puede reposicionar la cabeza hacia un lado, flexionar o extender el cuello con las manos. Un cambio en la posición de la cabeza durante la tracción puede afectar resultados más positivos en la reducción de los síntomas del paciente.

Un dispositivo de tracción mecánica utilizado para tratar la columna cervical se compone de un cabestro con sistema de polea sobre la puerta. Algunos pacientes pueden usar este sistema en casa después de que el terapeuta les enseñe cómo configurar el sistema, usar el cabestro, aplicar las pesas correctamente y la duración del tratamiento de tracción. El paciente puede usar el cabestro sentado, reclinado o acostado en posición supina.

Tracción lumbar
La tracción lumbar manual implica distraer casi la mitad del peso del cuerpo y, por lo tanto, requiere más fuerza del terapeuta. Después de colocar al paciente, el terapeuta puede tirar de los tobillos, una vez más, utilizando una fuerza controlada. Otra técnica consiste en colocar las piernas del paciente sobre los hombros del terapeuta. Luego, el terapeuta tira constantemente con los brazos colocados sobre los muslos del paciente. Una alternativa es un cinturón pélvico con correas utilizadas para distraer.

La tracción mecánica puede incorporar el uso de una mesa motorizada de tracción dividida. El paciente se coloca en un arnés pélvico asegurado a un extremo de la mesa. Algunas unidades motorizadas están informatizadas, lo que permite al terapeuta programar la sesión de tracción terapéutica del paciente.

Contraindicaciones
Cuando la integridad estructural de la columna se ve comprometida, como en la osteoporosis, infección, tumor o artritis reumatoide cervical, la tracción no es una opción de tratamiento. Las condiciones físicas como el embarazo, la enfermedad cardiovascular, la hernia y, en algunos casos, la ATM, excluyen a los pacientes de la tracción espinal. En estas situaciones, las fuerzas utilizadas en la tracción (movimiento) podrían ser potencialmente peligrosas.

Conclusión
La tracción espinal terapéutica no es un concepto nuevo. ¡Hoy, el primer paciente en experimentar tracción vertebral tendría más de 100 años! Desde entonces, se han realizado muchos estudios para determinar la eficacia de la tracción espinal. Sin embargo, estos no han sido concluyentes.

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