Tomar decisiones es su propia recompensa

La percepción del control es vital para el bienestar social y psicológico, y una investigación realizada por psicólogos de la Universidad de Rutgers sugiere que ejercer el control mediante la toma de decisiones también puede ser adaptativo porque activa áreas del cerebro asociadas con las recompensas.

El estudio se publicará en una próxima edición de ciencia psicológica, una revista de la Association for Psychological Science.

"Todo lo que hacemos implica tomar decisiones, incluso si no pensamos mucho en ello", dijo el psicólogo Dr. Mauricio Delgado de la Universidad de Rutgers, quien coescribió el artículo con la Dra. Lauren Leotti. “Por ejemplo, simplemente mover la pierna para caminar en una dirección u otra es una opción; sin embargo, es posible que no aprecie que está eligiendo esta acción, a menos que alguien le impida mover esa pierna.

"A menudo damos por sentado todas las decisiones que tomamos, hasta que nos las quitan".

Al realizar su experimento, Leotti y Delgado utilizaron una tarea simple en la que a los participantes se les presentaron diferentes pistas: las señales de elección y de no elección.

La señal de elección representaba una oportunidad para elegir, donde los participantes podían elegir dos opciones, y la señal de no elección representaba una condición en la que la computadora elegiría por ellos.

Tanto en las condiciones de elección como en las de no elección, los participantes tuvieron la oportunidad de ganar dinero, aunque los resultados en realidad no dependían de sus respuestas.

No obstante, los participantes tendieron a percibir el control sobre los resultados cuando se les dio la oportunidad de elegir.

Según Leotti, el estudio demostró que la oportunidad de una sensación de control transmitida por las señales de elección (en comparación con las señales de no elección) recluta circuitos cerebrales relacionados con la recompensa.

“Tiene sentido que evolucionemos para encontrar gratificantes las elecciones, ya que la percepción del control es muy adaptable. Si no creyéramos que somos capaces de actuar de forma eficaz en nuestro entorno para lograr nuestros objetivos deseados, habría pocos incentivos para afrontar incluso el más mínimo desafío ”, dijo Leotti.

Delgado señaló cómo el control es el meollo de muchos trastornos psiquiátricos, como los trastornos de ansiedad, los trastornos alimentarios y el abuso de sustancias. Espera continuar esta línea de investigación investigando las influencias contextuales sobre el valor de la elección en un futuro próximo.

Los investigadores creen que un mejor conocimiento de los mecanismos neuronales asociados con la percepción del control puede conducir a mejores tratamientos terapéuticos de muchos trastornos del comportamiento.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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