Nuevos conocimientos sobre la investigación en seres humanos

Un nuevo enfoque de investigación ha mejorado la forma en que los psicólogos estudian a las personas.

La estrategia emergente es seguir a las personas a lo largo del tiempo, en lugar de una evaluación rápida de un gran grupo de personas.

Un nuevo estudio describe cómo los psicólogos pueden usar este nuevo enfoque para aprender sobre las diferentes formas en que funcionan las mentes de las personas. La mayor parte de la investigación en psicología se realiza haciendo las mismas preguntas a un gran grupo de personas al mismo tiempo.

“Así que podríamos conseguir un grupo de estudiantes universitarios de Psych 101, administrar una encuesta, preguntar cuánto consumen alcohol y cuál es su estado de ánimo, y simplemente mirar y ver si existe una relación entre esas dos variables”, dijo el Dr. Daniel J Bauer de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, autor del artículo.

Con el tiempo, los expertos han aprendido que una encuesta única solo puede llevarlo hasta cierto punto.

Por ejemplo, puede encontrar que las personas tristes beben más, pero no puede decirnos si las personas beben más en momentos en que no están contentas, si las consecuencias de beber en cambio resultan en un estado de ánimo depresivo o si la relación entre el estado de ánimo y el alcohol el uso es más fuerte para algunas personas que para otras.

El nuevo enfoque de seguir a las personas a lo largo del tiempo ayuda a determinar los efectos del estado de ánimo y el estrés. Por ejemplo, a una persona se le puede dar un dispositivo electrónico para registrar la presión arterial y el estrés varias veces al día, o se le puede pedir que inicie sesión en un sitio web todas las noches para responder una encuesta.

En un caso, el colega de Bauer, el Dr. Andrea Hussong, pidió a los adolescentes que completaran diarios con calificaciones de su estado de ánimo y consumo de alcohol durante 21 días. Los datos mostraron que la relación entre el estado de ánimo y el consumo de alcohol no es la misma para todos.

Los adolescentes con problemas de conducta beben más en general, independientemente de su estado de ánimo, pero solo los adolescentes sin problemas de conducta beben más a menudo cuando se sienten deprimidos.

Una advertencia para este tipo de investigación es que los investigadores deben utilizar modelos matemáticos relativamente sofisticados. En el nuevo artículo, Bauer señaló métodos estadísticos que pueden mostrar cómo las variables se relacionan de manera diferente para diferentes personas.

El objetivo de todo esto es ayudar a la gente, dijo Bauer. Por ejemplo, si los psicólogos descubren que ciertos tipos de personas tienen más probabilidades de beber cuando están deprimidos, sería posible ayudar a esas personas temprano.

"En última instancia, la idea sería identificar a las personas que podrían estar en mayor riesgo y tratar de ayudarlas", dijo.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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