La dieta mediterránea se vincula con menos diagnósticos de TDAH

Los niños que consumen una dieta mediterránea tienen menos probabilidades de ser diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Barcelona.

La dieta mediterránea incluye grandes cantidades de frutas, verduras, aceite de oliva, frijoles y cereales como el trigo y el arroz, cantidades moderadas de pescado, lácteos y vino, y una cantidad limitada de carnes rojas y aves.

El equipo también encontró una mayor prevalencia de TDAH entre los niños que consumían altos niveles de dulces y bebidas azucaradas y bajos niveles de pescado graso.

El estudio, publicado en la revista Pediatría, es el primero en investigar el vínculo entre la dieta mediterránea y el TDAH en niños y adolescentes. Los hallazgos sugieren que los hábitos alimentarios poco saludables podrían influir en el desarrollo del trastorno.

Sin embargo, los autores dicen que se necesita más investigación para establecer firmemente la causalidad entre los hábitos alimenticios pobres en nutrientes y el TDAH.

En el estudio participaron 120 niños y adolescentes (60 diagnosticados con TDAH y 60 controles) entre las edades de seis y 16 años. Los patrones dietéticos de los niños se evaluaron mediante cuestionarios de frecuencia alimentaria. Los hallazgos muestran que los niños con baja adherencia a la dieta mediterránea tenían más probabilidades de ser diagnosticados con TDAH en comparación con aquellos con alta adherencia.

Además, el equipo identificó una mayor prevalencia de TDAH entre los niños que consumían grandes cantidades de dulces y bebidas azucaradas, pero bajas cantidades de pescado graso.

Aún se desconocen los mecanismos exactos que vinculan una dieta de baja calidad y el TDAH. Estudios científicos previos han asociado algunos patrones dietéticos (dietas con alimentos procesados ​​y bajas en frutas y verduras) con el TDAH. También se sabe que un patrón dietético desequilibrado puede conducir a deficiencias de nutrientes esenciales (hierro, zinc, magnesio, ácidos grasos omega-3, etc.) que parecen jugar un papel esencial en la etiología del TDAH.

Si bien la nueva investigación no establece una relación directa de causa-efecto entre los patrones dietéticos y el TDAH, puede ayudar a determinar estrategias dietéticas específicas para ayudar a mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes afectados como de sus familias, dicen los investigadores.

Además, el vínculo entre una dieta poco saludable y el TDAH podría ser un ejemplo de causalidad inversa. Por ejemplo, dijo el Dr. José Ángel Alda, psiquiatra del Hospital Universitario Sant Joan de Déu, no está claro si los niños desarrollan TDAH debido a una dieta poco saludable o tal vez el trastorno en sí hace que coman un exceso de grasa y azúcar para equilibrar su impulsividad. o angustia emocional.

"Creemos que esto es un círculo vicioso", dijo Alda, lo que significa que la impulsividad de los niños con TDAH podría hacer que coman de manera poco saludable y, por lo tanto, "no ingieran los nutrientes que necesitan y todo empeora sus síntomas".

Fuente: Universidad de Barcelona

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