Los adolescentes físicamente activos tienen más probabilidades de sobresalir en la escuela que sus compañeros inactivos
En un nuevo estudio finlandés, los adolescentes muy activos (de 11 a 13 años) se desempeñaron mejor en la escuela durante su transición de la escuela primaria a la escuela secundaria inferior en comparación con sus compañeros físicamente inactivos.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Jyväskylä encontraron que no se puede establecer una relación de causa y efecto, ya que una mayor actividad física no conduce necesariamente a un mejor rendimiento académico.
“El vínculo entre la actividad física y el rendimiento académico no siempre refleja una relación causal. Es posible que los altos niveles de actividad física y el buen rendimiento académico compartan los mismos atributos, como una alta motivación hacia la tarea en cuestión ”, dijo el Dr. Eero Haapala, investigador postdoctoral de la Universidad de Jyväskylä.
Estudios transversales anteriores han informado que los niños y adolescentes más activos físicamente obtienen mejores calificaciones escolares que sus compañeros menos activos, pero hay pocos estudios longitudinales sobre el tema.
Los estudios transversales implican la observación de datos de una población en particular en un momento determinado, mientras que los estudios longitudinales implican observaciones repetidas de las mismas variables durante períodos de tiempo más prolongados.
El nuevo estudio investigó las asociaciones longitudinales de la actividad física con el rendimiento académico en 635 adolescentes que tenían entre 11 y 13 años al inicio del estudio. La actividad física se evaluó mediante un cuestionario y las calificaciones escolares se obtuvieron de los registros escolares. En los análisis se controlaron otros factores, como la educación de los padres y el estado puberal.
El nuevo estudio muestra que los adolescentes con niveles más altos de actividad física durante un período de seguimiento de dos años académicos tuvieron un rendimiento académico más alto que aquellos que estuvieron continuamente inactivos.
Sin embargo, el estudio muestra que el aumento de los niveles de actividad física no resultó automáticamente en un mejor rendimiento académico. De hecho, los adolescentes que aumentaron su actividad física tuvieron un menor rendimiento académico durante el seguimiento en comparación con sus compañeros más activos.
Por lo tanto, basándose en estos hallazgos, no se pueden sacar conclusiones de causa y efecto. En otras palabras, no es posible decir si la actividad física mejora el rendimiento académico o si los adolescentes con mayor rendimiento académico eligen un estilo de vida más activo físicamente, dicen los investigadores.
Aún así, los resultados del presente estudio no refutan los hallazgos de estudios anteriores que muestran efectos pequeños pero positivos de la actividad física en el aprendizaje y sus fundamentos neuronales.
Fuente: Universidad de Jyväskylä