La genética influye en las decisiones de beber

En el debate conductual en curso entre la naturaleza y la crianza, una nueva investigación presenta un hallazgo interesante sobre cómo tomamos decisiones para absorber.

De acuerdo con los nuevos hallazgos reportados en ciencia psicológica, una revista de la Association for Psychological Science, la genética influye en la forma en que responde a las señales ambientales sociales de consumo de alcohol.

Por lo tanto, la forma en que una persona está programada determina cómo responde a factores ambientales como anuncios, bebidas colocadas en un bar y ver a otras personas a su alrededor bebiendo.

Beber alcohol aumenta los niveles de dopamina, una sustancia química del cerebro que causa placer y nos hace sentir bien. Se ha demostrado que el gen del receptor de dopamina D4 (DRD4) está involucrado en la motivación de buscar recompensas.

La investigación ha sugerido que portar una forma específica (o variante) de este gen, una que incluye siete o más repeticiones de una determinada sección del gen, puede estar asociado con el deseo provocado por señales relacionadas con el alcohol.

La científica psicológica Helle Larsen de la Universidad de Radboud en los Países Bajos y sus colegas querían investigar si esta variante genética de 7 repeticiones juega un papel en la forma en que un individuo responde a las señales relacionadas con el alcohol.

Para este experimento, los voluntarios fueron llevados a un bar de laboratorio (una habitación preparada para parecerse a un pub holandés) para supuestamente calificar una serie de comerciales. Después de que los voluntarios calificaron a varios de ellos, se les dijo que habría un descanso de 30 minutos, y que durante este descanso, podrían servirse cualquiera de las bebidas alcohólicas y no alcohólicas que estaban disponibles en el bar.

Los confederados (participantes que sabían de qué se trataba el estudio) fueron entrenados para pedir bebidas de inmediato; debían iniciar el pedido de bebidas y los investigadores observaron qué voluntarios siguieron su ejemplo. Además, se obtuvieron muestras de saliva de los participantes para análisis de ADN.

Los resultados mostraron un efecto entre la cantidad que bebía el cómplice y la variante genética en el consumo de alcohol de los voluntarios: cuando se veía al cómplice consumiendo tres o cuatro bebidas, los portadores de la forma de 7 repeticiones del gen bebían más del doble de vasos de alcohol que los no portadores de la variante genética.

Sin embargo, cuando el cómplice consumió solo una bebida, no hubo diferencia en el consumo de alcohol entre portadores y no portadores.

Estos hallazgos sugieren que los individuos portadores de esta forma del gen DRD4 pueden ser más sensibles que los no portadores al comportamiento de bebida de otras personas.

Los autores señalan que "portar el genotipo DRD4 de 7 repeticiones puede aumentar el riesgo de abuso o uso extensivo de alcohol cuando se pasa tiempo con compañeros que beben en exceso".

Concluyen: "El hecho de que las personas estén o no programadas para adaptar su forma de beber a la elección y el ritmo de los demás puede depender en parte de su susceptibilidad genética a las señales de bebida".

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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