Cómo ver la verdad en el espejo y no duele
Cuando te miras al espejo, ¿te alejas de la imagen de la persona que ves? Si es así, eres como yo solía ser. Afortunadamente, a través de la terapia y la meditación y mucha autorreflexión, aprendí cómo aumentar mi autoestima, construir mi confianza y recibir esa imagen reflejada con alegría que se extiende a lo largo del día.
Estos consejos me ayudaron y pueden resultarle útiles.
1. Trátese como si fuera un buen amigo.
No serías duro y demasiado crítico con tu mejor amigo, entonces, ¿por qué acumular pensamientos tan ácidos sobre ti mismo? Incluso si vieras a tu amigo desviarse en la dirección equivocada, vadeando profundamente en territorio conflictivo, pasando el rato con conocidos mal intencionados, probablemente ofrecerías tu amistad, aliento y apoyo continuos, aunque con algunas sugerencias oportunas que puedas la esperanza es bien recibida. En resumen, serías un verdadero buen amigo, no un amigo que solo hace buen tiempo. ¿Esta persona en el espejo de la que apartas la mirada? Prometa tratarte a ti mismo tan bien o mejor que a un querido amigo.
2. Considere esto como un trabajo en progreso.
No, no eres perfecto. Nadie es. De hecho, cada uno de nosotros es un trabajo en progreso, a veces dando pequeños pasos y otras veces más significativos y otras veces retrocediendo algunos pasos. Cada acción tomada, sin embargo, contiene una lección que aprender. Aquellos que prestan atención a la lección se benefician de la experiencia. Son un poco más inteligentes la próxima vez que han incorporado la lección a su enfoque de la vida de resolución de problemas. Ser un trabajo en progreso debe considerarse como una afirmación de vida, ya que encontrar el camino que es mejor para cada uno de nosotros a menudo requiere un poco de prueba y error. Saber que está en camino hacia cosas mejores debería suavizar las asperezas de la persona que ve en el espejo.
3. Resalte sus puntos fuertes.
Tienes valor. Es hora de reconocer eso. Por supuesto, lo que viene a la mente de inmediato es cualquier cosa menos en lo que eres bueno. Tus pensamientos iniciales son lo mal que te equivocaste, repasando con infinito detalle todos los errores que cometiste, tu impetuosidad, mal genio, celos, tendencia a ignorar los detalles y más. Quizás estén ocultas tus fortalezas subyacentes, áreas en las que brillas, o tienes la capacidad de hacerlo si te permites el privilegio. Mire su curiosidad, su apreciación por el conocimiento, su capacidad para comunicarse fácilmente con los demás, las ideas ilimitadas que tiene, la forma en que tiene las palabras. Cualesquiera que sean sus puntos fuertes, tómese el tiempo para enumerarlos. Luego, reflexione sobre ellos y esfuércese por encontrar formas de capitalizarlos.
4. Celebre las pequeñas victorias.
Si recibe reconocimiento en el trabajo, un cumplido de un amigo, completa un proyecto importante antes de la fecha límite, logra una meta difícil, asegúrese de celebrar estas pequeñas victorias. No hay nada como el brillo que sientes cuando tienes éxito en algo que has hecho para dar un impulso a tu paso, energía a tu día y alegría a tu vida. Además, trabajar duro para lograr los resultados deseados merece una pequeña palmada en la espalda. Adelante, te lo has ganado.
5. Sea amable, generoso y perdonador.
La actitud tiene mucho que ver con cómo te miras a ti mismo, en el espejo y de otra manera. La bondad, la generosidad y el perdón no solo son rasgos admirables en los demás, también son profundamente valiosos para adoptar en uno mismo. Cuando eres amable, tiendes a ver bondad y posibilidad. Ser generoso ayuda a gratificar tu alma, mientras que perdonar a los demás y a ti mismo enriquece tu espiritualidad y ayuda a aumentar el bienestar general.
6. Vea lo bien que se ve cuando sonríe.
Si necesita un recordatorio para sonreír, piense cuánto gravita hacia otras personas cuya sonrisa es genuina, entregada libremente y refleja su personalidad interior. Una sonrisa sincera no solo es una vista acogedora, sino que también indica una mente y un corazón abiertos. Mira tu sonrisa en el espejo. ¿Ves lo bien que te ves? Es esta voluntad de abrazar la vida y todas sus posibilidades lo que ayuda a borrar todo el dolor que sintió anteriormente. Una sonrisa es un simple recordatorio de lo que puede ser, y usted se merece absolutamente esta oportunidad.