Resiliencia después del huracán Sandy

Cuando la vida se desploma, la resiliencia debe ser su segundo nombre. La semana pasada, el huracán Sandy golpeó con fuerza. Algunas personas murieron, otras perdieron sus hogares, algunas quedaron aturdidas por la destrucción, algunas quedaron atónitas por la pérdida de tanto que damos por sentado.

Estos tiempos turbulentos nos afectan a cada uno de nosotros de diferentes maneras. Obviamente, el grado de intensidad y pérdida afectará el tiempo que tardes en recuperarte. También lo serán las situaciones de la vida que precedieron a la tormenta, como una muerte reciente, un problema de salud grave o un divorcio desagradable. Un trauma acumulado sobre otro debilita nuestras defensas, dejándonos indefensos e impotentes.

Cuando el trauma se desploma en su puerta, puede sentir que nada está bajo su control. No es verdad. Aquí hay diez formas en las que puede volverse más resistente.

  1. Date tiempo para curarte. Llora lo que perdiste. No es tarea fácil. Así que tenga paciencia consigo mismo mientras lucha por mantener la creencia de que su futuro será mejor.
  2. Hable sobre sus experiencias con familiares, amigos y vecinos cariñosos. Muchos están en el mismo barco que tú. La unión no solo hará que se sienta menos solo, sino que también podría proporcionarle recursos valiosos (por ejemplo, nombres de contratistas de confianza, estaciones de servicio que tienen gasolina).
  3. Solicite el apoyo de personas que se preocupan por usted y de organizaciones locales y nacionales que puedan ayudarlo. Esto es especialmente importante para aquellos que se enorgullecen de ser almas independientes. Todos necesitamos ayuda a veces.
  4. Convierte la adversidad en oportunidad. Un sótano inundado puede significar una oportunidad para deshacerse del desorden del que ha querido ocuparse. Una casa destruida puede significar la oportunidad de reconstruir o mudarse.
  5. Toma una pausa de noticias. Ver o escuchar interminables repeticiones de imágenes del desastre puede aumentar su sensación de desesperanza.
  6. Escribe un ensayo, un poema, una carta. Exprese su dolor, sus frustraciones, sus miedos. No se preocupe por la calidad de su escritura. Simplemente transmita lo que está sintiendo. ¿No estás seguro de cómo hacer esto? Siga el ejemplo de una niña de 4 años que aún tiene que aprender que no debe hacer lo que es creativo porque no es "lo suficientemente buena".
  7. Vuelve a las rutinas de la vida diaria lo antes posible. Incluso si tiene un montón de tareas que abordar, realizar algunas actividades "normales" (como preparar una comida o socializar con amigos) será bueno para usted.
  8. Sé optimista. Esto no significa que estés en negación. Significa que te enfocas en implementar soluciones, avanzar y notar el progreso que se ha logrado ...
  9. Tolere la ambigüedad. Sí, le encantaría saber cuándo puede contar con tomar una ducha caliente, meterse en una cama tibia, cocinar una comida y tener suficiente gasolina en su automóvil para ir a cualquier lugar que desee. Pero insistir en la certeza en tiempos de incertidumbre solo crea una mayor frustración.
  10. Desarrolle un sentido de gratitud. ¿¿¿Qué??? Gratitud, ¿estás bromeando? Esto es lo peor que me ha pasado en décadas. Bueno, agradece eso. La gratitud te proporciona perspectiva. Y eso es bueno.

Por contraintuitivo que parezca, el trauma puede ser un regalo. ¿Cómo es esto posible? Es posible porque desarrollamos fuerza en tiempos difíciles, no en tiempos fáciles.

Ser resiliente no significa que no tengas días desalentadores, días en los que sientes que todo es demasiado. Pero sí significa que a pesar de esas emociones, se mantiene firme en su objetivo de hacer lo que pueda para seguir adelante. Eres un corredor de maratones y mantienes el ritmo incluso cuando estás cansado. ¿Por qué? Porque crees en ti mismo, tu comunidad y tu propósito. Simplemente no te rendirás.

Aunque es posible que haya sido víctima de la tormenta, no se permitirá ser una víctima. Permaneces decidido y disciplinado. Cuando chocas contra una pared de ladrillos, improvisas. Cambias tu forma de pensar. Tocas tu creatividad. Te las arreglas. Te adaptas. Al final, te das cuenta de que has doblado la esquina. Una situación abrumadora se ha vuelto manejable.

A medida que continúe enfrentando el desafío, es posible que descubra que es una experiencia “transformadora”, una que construye un yo más fuerte.

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