Tres pasos para encontrar un propósito y por qué es importante

Cuando abrí la puerta de mi casa en una reciente mañana de mayo, fui recibido por la vista acogedora de dos ojos pequeños y oscuros y una cabeza diminuta. Ella estaba arriba de mí, junto a la luz de nuestro porche, sentada en su nido, protegiendo y calentando sus huevos con devoción. Había visto una ráfaga de actividad durante el último mes: un movimiento de alas hacia adelante y hacia atrás, día tras día, mientras construía este nido, una hazaña arquitectónica que se balanceaba en la punta del poste de luz.

He observado esta actividad desde hace al menos cinco años, cada primavera deleitándome en que esta ave regrese (¿es la misma?) Para construir su nido y cuidar sus huevos. Cada año tengo la suerte de ver a los polluelos sacar la cabeza del nido una vez que nacen, y una vez vi como uno estaba en el suelo, aprendiendo a volar. Cada día de primavera, cuando salgo por mi puerta, me maravillo de la dedicación de esta madre ave mientras se sienta en sus huevos, hora tras hora, día tras día, porque algún instinto de la vida la está guiando a hacerlo.

Este ciclo constante de la naturaleza, de la continuación del ciclo de la vida, es especialmente reconfortante para mí en este momento de inmenso cambio, incertidumbre y tremenda pérdida para muchos. Me hizo hacer una pausa para pensar qué es lo que podría atender cada día, qué me están guiando a hacer que se alinee con un plano más profundo de lo que más importa. Me encuentro preguntando:

  • ¿Qué valores profundos nos impulsan, qué alimentaremos, protegeremos ferozmente y volveremos año tras año sin importar las circunstancias?
  • ¿Qué propósito más profundo nos permite aparecer día tras día, a pesar de que hay mucha incertidumbre y hay tantas cosas que no podemos controlar?

Encontrar un propósito

La investigación sobre los factores asociados con el bienestar sugiere que la capacidad de encontrar un propósito en las experiencias de la vida puede ser un factor importante para la salud, la longevidad y la capacidad de recuperación. Frente a circunstancias adversas, las personas que informan tener un mayor propósito en la vida pueden replantear situaciones estresantes de maneras más útiles que les permitan manejar mejor los desafíos de la vida. Un estudio mostró que las personas con un propósito de vida más alto demostraron una mejor recuperación emocional cuando se les presentaron estímulos emocionales negativos. Los autores del estudio sugieren que el propósito de la vida puede ayudar a las personas a evitar cavilaciones negativas al volver a concentrarse en lo que es importante para ellos.

Los estudios también han sugerido que tener un propósito en la vida puede proteger la salud, como tener menos probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y desempeñar un papel en el mantenimiento de una función física saludable en los adultos mayores.

He notado durante estos meses de cuarentena y distanciamiento físico que encontrar y concentrarme en lo que es importante para mí ha sido de gran ayuda para superarlo, y las cosas que más me importan resultan ser las cosas que siempre han estado ahí. (por ejemplo, mi amor por la familia, mi deseo de encontrar formas de ayudar a las personas). Desde mi experiencia en mi propia vida y trabajando con otros, el propósito de uno no necesita ser grandioso, y el significado se puede descubrir en acciones simples y diarias.

Tres pasos para encontrar significado y propósito en la vida diaria

1. Reflexione sobre lo que es más importante para usted y encuentre una manera de expresarlo hoy.

¿Con qué valores quieres vivir más? Qué cualidades personales han sido más importantes para usted en su vida (por ejemplo, su perseverancia, su creatividad, su compasión por los demás, su compromiso con algo que le importa). ¿Qué cualidades admira más en los demás?

Elija una cosa en la que enfocarse hoy, por ejemplo, ser amable con los demás, y a medida que avanza el día, encuentre una forma en que pueda expresar esa cualidad (por ejemplo, quizás sea más consciente e intencional hoy sobre cómo habla con los demás, o expresar agradecimiento a alguien hoy cuando no lo habría hecho de otra manera).

2. Encuentra un propósito en algo ordinario.

Seguimos los movimientos de nuestro día y, a menudo, perdemos oportunidades de encontrar un propósito en las cosas que hacemos de forma rutinaria. Pero si nos detenemos para reconocer estos momentos y reconocerlos de una manera nueva, existe la oportunidad de conectarnos con algo más profundo. Algunos ejemplos pueden ser pasear a un perro, cocinar una comida para la familia, ayudar a un niño con la tarea o usar hilo dental (experimentar esto como oportunidades para cuidar a los que amamos o simples actos de cuidar de nosotros mismos).

3. Encuentra significado en algo pequeño.

Vea si puede encontrar un propósito o significado en algo pequeño hoy. A veces podemos caer en el pensamiento de todo o nada, diciéndonos a nosotros mismos que si no hacemos algo grande, no cuenta. Pero el tejido de nuestras vidas se compone de pequeños momentos, y los pequeños momentos se acumulan.

Uno de mis profesores de meditación anima a las personas a tomar solo tres bocados conscientes de una comida. Puede ser tan simple. Cuando recuerdo tomar tres bocados conscientes de mi comida, no solo me conecto con los maravillosos sabores y nutrientes que le estoy dando a mi cuerpo, sino que también pienso en los enormes esfuerzos de las personas de todo el mundo que ayudaron a crecer, recoger, empaquetar y entregar esta comida. De repente hay una sensación de conexión, gratitud y aprecio.

Observe lo que sucede hoy cuando trae la intención y la conciencia a una pequeña cosa que elige hacer. O participa en algo pequeño que te parezca significativo (cuidar un jardín, leer un artículo que te permita ampliar tu punto de vista, llamar a alguien que te importa) y toma unos momentos para notar cómo te sientes durante y después. Observe cualquier aspecto de esta experiencia que pudiera haberse sentido importante de alguna manera. Observe con qué valores más profundos podrían conectarse (por ejemplo, cuidar la tierra, expandir su conocimiento, compartir la conexión con los demás). Esta segunda parte, el darse cuenta, es una parte esencial de la creación de significado, ya que de otro modo es demasiado fácil que este momento se escape sin ser reconocido.

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