La ilusión de la confianza
Estos escenarios suelen ser manifestaciones de la ilusión de confianza.
La confianza a menudo se considera una señal "verdadera" del alcance de la memoria, el conocimiento, la habilidad y la capacidad de uno. Sin embargo, la confianza a menudo es engañosa y no congruente con la capacidad. Este tipo de confianza injustificada conduce a la "irracionalidad epistémica", o más comúnmente conocido como simplemente engaño y autoengaño.
La ilusión de confianza tiene dos aspectos distintos pero relacionados. Primero ... nos hace sobrestimar nuestras propias cualidades, especialmente nuestras habilidades en relación con otras personas. En segundo lugar, ... hace que interpretemos la confianza -o la falta de ella- que otras personas expresan como una señal válida de sus propias habilidades, del alcance de sus conocimientos y de la exactitud de sus recuerdos (Chabris & Simons, 2009, p. .85)
Cuando se utilizan procesos de decisión grupal, las personas se colocan en un grupo y se les pide que encuentren una solución a un problema o que tomen una decisión importante. A menudo, alguien del grupo será franco y sugerirá soluciones con confianza con más frecuencia que otros miembros del grupo. Este individuo confiado a menudo asumirá un papel de liderazgo y será visto como el que tiene las respuestas.
Tener confianza y ser franco es a menudo un rasgo de personalidad, no necesariamente un indicador de capacidad. El proceso de poner a las personas en grupos y pedirles que tomen decisiones casi asegura que las decisiones no se basarán en juicios y pensamientos independientes. En cambio, las decisiones se basarán en dinámicas de grupo, tipos de personalidad y otros factores sociales que tienen poco que ver con el conocimiento o la falta de uno (Charbis & Simons, 2009).
Los líderes de grupo a menudo se convierten en líderes de grupo por la fuerza de la personalidad, no por la fuerza de la capacidad. Estos líderes a menudo exudan confianza, lo que implica para otros que esta persona debe saber de qué están hablando.
Los tribunales a menudo dan demasiada importancia a los niveles de confianza de los testigos. Los psicólogos suelen estar de acuerdo en que la confianza de un testigo no es un buen indicador de precisión. “De hecho, las identificaciones erróneas de los testigos y su presentación confiada al jurado son la principal causa de más del 75 por ciento de las condenas erróneas que luego son anuladas por pruebas de ADN” (Chabris & Simons, 2009).
La confianza es un atributo importante, pero la calibración adecuada es igualmente importante. La sociedad está repleta de ejemplos de las consecuencias negativas que se derivan de la ilusión de la confianza: encontrar personas inocentes culpables de delitos, sobrestimar la capacidad de conducir mientras se envían mensajes de texto o se habla por teléfono celular, aunque pensamos que los demás que conducen no tienen estas mismas habilidades, comprar productos de un vendedor porque confiaba en su argumento de venta, aceptando sin crítica las recomendaciones de nuestro médico a pesar de que van en contra de la evidencia, etc.
Referencias
Chabris, C. y Simons, D. (2009). El gorila invisible: cómo nos engañan nuestras intuiciones. Nueva York, NY: Broadway.