Los peligros de ser terapeuta

Trabajo en salud mental desde hace unos 12 años. Escucho a clientes en crisis durante muchas horas al día, brindándoles apoyo, empatía, interpretación y orientación.

Los terapeutas pueden fácilmente perder de vista sus propios problemas, ignorar sus propios problemas y, en ocasiones, tienen dificultades para interrumpir el proceso terapéutico.

Para ser un buen terapeuta es necesario cuidarnos - nuestros clientes dependen de ello. El hecho de que sepamos todo lo que hay que saber sobre el manejo del estrés no significa que los terapeutas no puedan agotarse mentalmente. Si se siente “despersonalizado” hacia sus clientes o posiblemente hacia usted mismo, podría estar experimentando fatiga emocional.

Aquí hay algunas formas en las que me gusta mantener el equilibrio.

Utilizo la experiencia de mis colegas con regularidad. Vamos a almorzar y nos consultamos sobre casos difíciles. Aprovechamos diferentes técnicas y enfoques que podrían potenciar el proceso terapéutico.

Pertenezco a muchas organizaciones profesionales y estoy muy involucrado en mi comunidad. Siento que si cuento con el apoyo de mi comunidad, entonces no estoy solo en mi camino. Disfruto ser voluntario y retribuir a mi comunidad siempre que sea posible. Me hace sentir bien ver que he ayudado a otros con una pequeña donación de mi tiempo.

Disfruto pasar tiempo con mi familia. Ir a la playa y leer o caminar es especialmente refrescante. Tengo dos perros perdigueros de Labrador que exigen mucha atención. Encuentro un gran escape simplemente saliendo al patio trasero y lanzando el Frisbee durante una hora.

A mi familia le gusta irse de vacaciones. Hago dos viajes al año con la familia y luego uno solo con mi esposo.

Mi práctica está en mi ciudad natal. He desarrollado muchas amistades a lo largo de los años. Disfruto pasar tiempo con muchos grupos diferentes de personas. Estoy muy agradecido por las amistades que he hecho.

En la universidad, tenía diferentes objetivos. Podía hacer y quería hacer todo lo que se me viniera a la mente. Logré más cosas en un día que la mayoría de la gente en una semana. Mis prioridades han cambiado. Ahora tengo una familia y me parece necesario relajarme. Ahora, quiero equilibrar dar y recibir: atención a mi familia, amigos, cónyuge, comunidad y soledad.

Como profesional de la salud mental, el autocuidado es un estándar mínimo de práctica profesional. Sus clientes merecen ser atendidos por un profesional de la salud sano y equilibrado. Todo profesional de la salud mental tiene vulnerabilidades, debilidades y necesidades. Tómate un tiempo hoy para identificar el tuyo.

!-- GDPR -->