Cómo lograr un equilibrio saludable entre el trabajo y el juego para su hijo

La crianza de los hijos es difícil. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, ¿no es así? Queremos que crezcan bien, que se destaquen en la escuela y los deportes y que ingresen a una buena universidad para que puedan mantenerse a sí mismos algún día.

Probablemente todos les hemos dicho a nuestros hijos la regla clásica de "trabajar antes de jugar". Pero, ¿cuánto trabajo es demasiado para un niño? ¿O es su hijo un adicto a la televisión que apenas ayuda en la casa?

Hay muchas presiones que enfrentan los niños: ellos mismos, maestros, entrenadores, padres, compañeros y la sociedad. Asegurarse de que estas presiones no se vuelvan abrumadoras y encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo y el juego es clave para una infancia saludable.

El juego es vital para una infancia sana. Jugar permite a los niños crear su propia identidad. Les enseña emociones, habilidades para resolver problemas, creatividad y, lo más importante, es una fuente de felicidad.

Lamentablemente, el juego no estructurado ha disminuido a lo largo de las generaciones, especialmente cuando se trata de jugar al aire libre. Las actividades estructuradas como lecciones de piano, deportes y Girl Scouts o Boy Scouts pueden parecer excelentes en un currículum en años, pero la mayoría de estas actividades deben ser escogidas por su hijo. El juego no estructurado debería ser la máxima prioridad y debería serlo con la mayor frecuencia posible.

Los deportes son una actividad fantástica para los niños porque pueden hacer ejercicio con frecuencia y hacer amigos. Sin embargo, cuando los deportes llegan a un nivel competitivo, la diversión puede dejarse de lado y el estrés puede aumentar para un niño. Son muchas las presiones que se pueden dar aquí, como jugar bien y formar un determinado equipo.

Para disminuir este estrés, asegúrese de que su hijo tenga un día libre de un deporte a la semana y dos o tres meses sin entrenar por año. Es fundamental asegurarse de que su hijo haga 60 minutos de ejercicio al día, pero demasiado ejercicio puede provocar agotamiento mental y físico o lesiones. Recuerda, ¡son niños! Así que deberían divertirse la mayor parte del tiempo.

La escuela es como un trabajo para tus hijos. Necesitan algo de tiempo libre después de la escuela para relajarse. Si su hijo llega a casa y hace la tarea hasta la cama, es demasiado trabajo. Si su hijo llega a casa y no hace ninguna tarea, podría ser muy poco trabajo.

Intente encontrar un sistema que funcione bien con su hijo. Por ejemplo, pueden jugar inmediatamente después de la escuela y luego hacer la tarea después de la cena. Tener un tiempo establecido asegurará que el niño sepa qué se espera y cuándo debe hacerse.

Involucrarse en la escuela de su hijo es muy beneficioso para su educación. Trate de hacer todas las conferencias y programar horarios de reunión con un maestro si su hijo tiene dificultades en una materia.

Los quehaceres son una forma de enseñarles a sus hijos la responsabilidad y las expectativas de limpieza. WebMD tiene un artículo fabuloso sobre los quehaceres apropiados para la edad y las expectativas saludables que debe tener para completar los quehaceres.

Si estas presiones llegan a ser demasiado para manejar, su hijo puede comenzar a actuar de manera diferente. Aquí hay algunos signos que muestran que su hijo puede estar teniendo demasiado trabajo y estrés sobre sus hombros:

  • Si sus calificaciones comienzan a bajar, no quieren asistir a la escuela o dejan de completar sus tareas.
  • Empiezan a tener síntomas físicos de estrés, como dolores de cabeza o de estómago.
  • A menudo parecen cansados, agitados o inquietos.
  • Parecen deprimidos y han dejado de comunicarse o se están comunicando menos.
  • Están menos interesados ​​en el deporte o la actividad que los estresa.
  • Empiezan a mostrar signos de comportamiento antisocial como mentir, robar o negarse a hacer las tareas del hogar.
  • Tienen rabietas o ataques de llanto.

La comunicación abierta entre el niño y el padre puede marcar la diferencia en situaciones estresantes. Si algo parece estar mal, pregúntele a su hijo qué actividades específicas lo están molestando. Pregúnteles si les gustaría tener más tiempo libre y qué les gustaría hacer durante ese tiempo libre.

También es importante mirar su propio horario. ¿Tu agenda es agitada? ¿Ha llenado demasiado el horario de su hijo?

El juego es una de las cosas más importantes para un niño. El trabajo también es importante, pero los niños no deberían tener mucho estrés sobre sus hombros mientras crecen, déjelo para cuando sean mayores.

Hable con su hijo, los maestros y el pediatra si tiene más inquietudes acerca de que su hijo tenga el equilibrio adecuado entre trabajo y juego. ¡Solo puedes ser niño una vez!

Referencia

http://www.thedoctorwillseeyounow.com/content/kids/art3463.html?getPage=1

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