Una revisión adicional de la ketamina como antidepresivo de acción rápida es prometedora
La ketamina, un fármaco ampliamente utilizado para la anestesia durante la cirugía, ha recibido un análisis exhaustivo como posible medicamento para tratar la depresión grave. Dos nuevos estudios sugieren que el medicamento podría ofrecer un nuevo enfoque terapéutico, ya que el medicamento puede producir una respuesta antidepresiva en unas pocas horas, en lugar de semanas.
La ketamina y los fármacos relacionados pueden representar un "cambio de paradigma" en el tratamiento del trastorno depresivo mayor (TDM) y la depresión bipolar, especialmente en pacientes que no responden a otros tratamientos, explica Carlos A. Zarate, Jr, M.D ..
Zarate y sus colegas del Instituto Nacional de Salud Mental informan sus hallazgos en un artículo publicado en el Harvard Review of Psychiatry. Además, un segundo artículo de la misma publicación explora la evidencia sobre los mecanismos detrás de los rápidos efectos antidepresivos de la ketamina.
La investigación sobre el uso de ketamina se ha convertido en una prioridad, ya que los tratamientos actuales para el TDM y la depresión bipolar tienen importantes limitaciones. Muchos pacientes con síntomas depresivos graves no responden a los medicamentos antidepresivos disponibles. Incluso para aquellos que responden, pueden pasar varias semanas antes de que los síntomas mejoren.
La ketamina es uno de varios fármacos glutamatérgicos que afectan a los neurotransmisores del sistema nervioso central. Durante la última década, varios estudios han informado de una "respuesta antidepresiva rápida, sólida y relativamente sostenida" a la ketamina, inyectada por vía intravenosa en dosis bajas y subanestésicas.
El Dr. Zarate y sus colegas revisan la investigación sobre la ketamina y otros fármacos glutamatérgicos para la depresión. La ketamina, con mucho el mejor estudiado de estos medicamentos, se destaca por sus efectos antidepresivos muy rápidos.
Los investigadores descubrieron que para los pacientes con TDM resistente al tratamiento, la ketamina ha producido reducciones iniciales de los síntomas depresivos en dos horas, con efectos máximos a las 24 horas.
La ketamina también puede reducir rápidamente los pensamientos suicidas. Combinada con otros medicamentos, la ketamina también ha producido efectos antidepresivos rápidos en pacientes con depresión bipolar resistente al tratamiento.
Impulsados por estos estudios, algunos médicos ya están usando ketamina en pacientes con depresión severa o resistente al tratamiento.
Sin embargo, dado que está aprobado por la FDA solo como anestésico, el uso de ketamina en los trastornos depresivos no está indicado en la etiqueta, no está regulado ni estandarizado. Como resultado, quedan muchas preguntas sobre sus efectos secundarios a corto y largo plazo y el potencial de abuso.
"Se están realizando esfuerzos para llevar la ketamina al mercado, estandarizar su uso y determinar su efectividad en el mundo real", escriben el Dr. Zarate y sus coautores.
También presentan evidencia sobre varios otros fármacos glutamatérgicos. La FDA ha otorgado a un fármaco, la esketamina, el estado de "terapia innovadora" para pacientes con riesgo inminente de suicidio.
En el segundo estudio, Cristina Cusin, M.D. del Hospital General de Massachusetts y sus colegas revisaron estudios de neuroimagen que evaluaban los efectos de la ketamina en el cerebro. Los estudios muestran cambios inducidos por la ketamina en varias áreas del cerebro involucradas en el desarrollo de la depresión.
Los investigadores descubrieron que la ketamina puede ejercer sus efectos antidepresivos al "inhabilitar agudamente los recursos emocionales necesarios para perpetuar los síntomas de la depresión", así como al aumentar el embotamiento emocional y la actividad en el procesamiento de recompensas.
El conocimiento cada vez mayor de cómo las drogas glutamatérgicas afectan la depresión apunta a una conclusión emocionante: "que los efectos antidepresivos rápidos son realmente alcanzables en humanos", escriben el Dr. Zarate y sus coautores.
"Este cambio de paradigma otorga una urgencia adicional al desarrollo de nuevos tratamientos para el TDM y la depresión bipolar, en particular para los subgrupos de pacientes que no responden a las terapias disponibles en la actualidad".
Fuente: Wolters / Kluwer / Health / EurekAlert