Dislexia relacionada con la inconsistencia del cerebro con la codificación del sonido

Investigadores de la Universidad Northwestern informan que han encontrado un mecanismo biológico que parece desempeñar un papel vital en el aprendizaje de la lectura.

Este hallazgo proporciona pistas importantes sobre el funcionamiento de la dislexia, una colección de deficiencias no relacionadas con la inteligencia, la audición o la visión que dificulta el aprendizaje de la lectura. Se estima que uno de cada diez niños padece este trastorno.

"Descubrimos una relación sistemática entre la capacidad de lectura y la coherencia con la que el cerebro codifica los sonidos", dijo Nina Kraus, profesora de Neurobiología, Fisiología y Comunicación de Hugh Knowles.

El informe, titulado "Representación inestable del sonido: un marcador biológico de la dislexia", se publica en el Journal of Neuroscience.

Para el estudio, los investigadores registraron las respuestas automáticas de las ondas cerebrales de 100 niños en edad escolar a los sonidos del habla. Descubrieron que los mejores lectores codificaban el sonido de manera más consistente mientras que los lectores más pobres lo codificaban con mayor dificultad. La respuesta del cerebro al sonido parece estabilizarse a medida que los niños aprenden a conectar con éxito los sonidos con sus significados.

En una nota positiva, la biología no es el destino. En un estudio anterior, los investigadores encontraron que la inconsistencia con la que los lectores más pobres codificaban el sonido se podía "arreglar" mediante el entrenamiento.

En ese estudio, los niños con dificultades de lectura fueron equipados durante un año con dispositivos de ayuda auditiva que transmitían la voz de su maestro directamente a sus oídos. Después de un año, los niños mejoraron en la lectura, así como en la consistencia con la que sus cerebros codificaban los sonidos del habla, especialmente las consonantes.

"El uso de los dispositivos enfocó el cerebro de los jóvenes en los sonidos" significativos "provenientes de su maestro, disminuyendo otras distracciones extrañas", dijo Kraus.

"Después de un año de uso, los estudiantes habían perfeccionado sus sistemas auditivos y ya no necesitaban los dispositivos de asistencia para mantener su ventaja de lectura y codificación".

Según Kraus, las personas rara vez tienen dificultades para codificar los sonidos de las vocales, que son relativamente simples y largos. Son los sonidos consonantes, que son más cortos y más complejos acústicamente, los que tienen más probabilidades de ser procesados ​​incorrectamente por el cerebro.

“Comprender los mecanismos biológicos de la lectura nos coloca en una mejor posición tanto para comprender cómo funciona la lectura normal como para mejorarlo donde no funciona”, dice Kraus.

“Nuestros resultados sugieren que los buenos lectores se benefician de una representación neuronal estable del sonido, y que los niños con respuestas neuronales inconsistentes probablemente estén en desventaja cuando aprenden a leer”, agrega Kraus.

"La buena noticia es que la coherencia de la respuesta se puede mejorar con el entrenamiento auditivo".

Fuente: Universidad Northwestern


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