Las exploraciones pueden predecir el éxito de la terapia para la depresión y la ansiedad
En un futuro no muy lejano, las exploraciones por imágenes cerebrales podrían usarse para predecir si la psicoterapia ayudará a alguien con depresión o ansiedad.
El hallazgo proviene de una revisión de investigaciones actuales y publicado en el Harvard Review of Psychiatry.
Los investigadores determinaron que varios estudios muestran evidencia prometedora de que los "marcadores de neuroimagen" específicos podrían ayudar a predecir las posibilidades de una buena respuesta a la psicoterapia, o elegir entre psicoterapia o medicamentos, en pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM) y otros diagnósticos.
"Si bien algunas áreas del cerebro han surgido como posibles marcadores candidatos, todavía existen muchas barreras que impiden su uso clínico", comenta la autora principal, la Dra. Trisha Chakrabarty, de la Universidad de Columbia Británica, Vancouver.
En el estudio, los investigadores analizaron investigaciones previas que evaluaban las imágenes del cerebro para predecir los resultados de la psicoterapia para los trastornos depresivos y de ansiedad mayores.
El tema es importante ya que los psiquiatras buscan identificar marcadores de imagen cerebral de respuesta a la psicoterapia análogos o comparables a los electrocardiogramas y las pruebas de laboratorio que se utilizan para decidir los tratamientos para el infarto de miocardio.
La revisión encontró 40 estudios que incluían pacientes con TDM, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de estrés postraumático y otros diagnósticos. Algunos estudios utilizaron estudios de imágenes cerebrales estructurales, que muestran la anatomía del cerebro; otros utilizaron exploraciones funcionales, que demuestran la actividad cerebral.
Aunque ninguna área del cerebro se asoció de manera consistente con la respuesta a la psicoterapia, los resultados identificaron algunos "marcadores candidatos".
Los estudios sugirieron que las respuestas de la psicoterapia podrían estar relacionadas con la actividad en dos áreas profundas del cerebro: la amígdala, involucrada en las respuestas del estado de ánimo y los recuerdos emocionales; y la ínsula anterior, involucrada en la conciencia del estado fisiológico del cuerpo, las respuestas de ansiedad y los sentimientos de disgusto.
En los estudios de TDM, los pacientes con mayor actividad en la amígdala tenían más probabilidades de responder a la psicoterapia. Por el contrario, en algunos estudios de trastornos de ansiedad, una menor actividad en la amígdala se asoció con mejores resultados de psicoterapia.
Los estudios de la actividad de la ínsula anterior mostraron lo contrario: la respuesta de la psicoterapia se asoció con una mayor actividad previa al tratamiento en los trastornos de ansiedad y una menor actividad en el TDM.
Otros estudios vincularon las respuestas de la psicoterapia a un área frontal del cerebro llamada corteza cingulada anterior, que desempeña un papel fundamental en la regulación de las emociones.
La mayor parte de la evidencia sugirió que los pacientes con TDM con menor actividad en algunas partes del ACC (ventral y subgenual) tenían más probabilidades de tener buenos resultados con la psicoterapia.
"Los estudios futuros de la respuesta a la psicoterapia pueden centrarse más en estas regiones individuales como marcadores predictivos", según el Dr. Chakrabarty.
"Además, los estudios futuros de biomarcadores pueden centrarse en la conectividad funcional previa al tratamiento entre estas regiones, ya que la experiencia afectiva se modula a través de conexiones recíprocas entre áreas del cerebro como el ACC y la amígdala".
Los investigadores enfatizan las limitaciones de la evidencia actual sobre los marcadores de neuroimagen de la respuesta a la psicoterapia: los estudios fueron muy variables en términos de metodología y resultados.
Se necesitan más estudios para evaluar cómo funcionan los posibles marcadores de neuroimagen a lo largo del tiempo, si pueden predecir qué pacientes responderán mejor a los medicamentos en comparación con la psicoterapia y cómo podrían integrarse con las características clínicas para mejorar los resultados de los pacientes con depresión y trastornos de ansiedad. .
Fuente: Wolters Kluwer Health / EurekAlert