El desequilibrio en el cableado cerebral puede influir en el desarrollo del TEPT
Una nueva investigación sugiere que un desequilibrio en una vía neuronal clave puede explicar cómo algunas personas reactivan los recuerdos emocionales negativos al exponerse a un trauma, mientras que otras no. Los investigadores creen que el hallazgo podría ayudar a los científicos a desarrollar nuevos enfoques para tratar trastornos psiquiátricos como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
El tema de la memoria emocional ha representado tradicionalmente un dilema para los científicos porque todo el evento emocional puede ser muy memorable, pero los detalles del evento a menudo son confusos. Los investigadores ahora creen que esta falta de recuerdo detallado puede conducir a una reactivación defectuosa de los recuerdos negativos.
Por ejemplo, si alguien es mordido por un perro, él o ella pueden ponerse ansiosos con perros de todas las razas y tamaños. Comprender la naturaleza de la memoria emocional podría tener implicaciones para el tratamiento del TEPT y otros trastornos mentales.
“La emoción ejerce una poderosa influencia sobre la claridad con la que podemos recordar las experiencias”, dijo el coautor principal Michael Yassa, profesor de neurobiología y comportamiento de la Universidad de California en Irvine (UCI).
“Sin embargo, los estudios en humanos han demostrado que el impacto de la emoción en la memoria no siempre es positivo. En muchos casos, la excitación emocional puede afectar la capacidad de una persona para diferenciar entre experiencias similares ".
Esta computación neuronal es fundamental para la memoria episódica y es vulnerable en los trastornos neuropsiquiátricos, dijo Yassa.
Según este nuevo estudio, que aparece en la revista Neuro, una comunicación desequilibrada entre el centro emocional del cerebro, la amígdala, y su centro de la memoria, el hipocampo, puede llevar al fracaso a la hora de diferenciar las experiencias negativas que tienen características superpuestas.
Por otro lado, un diálogo equilibrado entre la amígdala y el hipocampo permite separar experiencias emocionales superpuestas y crear recuerdos distintos.
Además, dos tipos de ritmos cerebrales, una oscilación alfa más rápida (8 ciclos por segundo) y un ritmo theta más lento (4 ciclos por segundo), regulan diametralmente las comunicaciones entre la amígdala y el hipocampo.
Los ritmos alfa sobreamplificados de la amígdala al hipocampo conducen a una extrapolación defectuosa de recuerdos entre experiencias similares, mientras que los ritmos theta equilibrados entre las dos regiones cerebrales promueven la discriminación correcta y el recuerdo preciso.
"El trabajo en equipo entre la amígdala y el hipocampo es como un yin y un yang y puede ser la clave para desenredar las experiencias emocionales superpuestas y superar las reacciones exageradas en una situación similar", dijo Jie Zheng, ex alumno de la UCI y primer autor del estudio.
"Nuestros hallazgos proporcionan un mecanismo neuronal subyacente a este fenómeno y proponen un marco a nivel de circuito para una posible terapia neuropsiquiátrica, como la estimulación cerebral profunda, la estimulación transcraneal con corriente alterna y la estimulación magnética transcraneal", dijo el Dr. Jack J. Lin, co-senior autor y profesor de neurología, Facultad de Medicina de la UCI, y profesor de ingeniería biomédica, Facultad de Ingeniería Henry Samueli de la UCI.
Fuente: Universidad de California Irvine