Imágenes cerebrales muestran cambios cerebrales en la depresión
Tradicionalmente, se sospecha depresión cuando los síntomas que sugieren un funcionamiento psicosocial deteriorado están presentes durante más de dos semanas. Los síntomas de la depresión incluyen un sentimiento abrumador de tristeza, dificultad para experimentar placer, problemas para dormir y dificultades para participar en la vida cotidiana.Esta presentación clínica de la depresión guía a los médicos a realizar un diagnóstico y seleccionar un tratamiento antidepresivo, como medicamentos o psicoterapia.
Actualmente, al menos el 40 por ciento de los pacientes deprimidos en realidad se benefician del tratamiento con antidepresivos, mientras que entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes pueden sufrir depresión crónica que afecta negativamente su calidad de vida.
La investigación emergente aborda las bases neuronales de la depresión y cómo el tratamiento puede inducir cambios en el cerebro. Las técnicas modernas de imágenes cerebrales, como la resonancia magnética funcional (fMRI), se utilizan a menudo para ver las modulaciones cerebrales.
Esta línea de investigación amplía la premisa comúnmente aceptada de que la depresión está asociada con la disfunción de regiones específicas del cerebro involucradas en el control cognitivo y la respuesta emocional.
Para mejorar la eficacia del tratamiento y reducir la carga de los trastornos depresivos, la depresión debe definirse claramente a nivel neurobiológico.
Un estudio reciente de resonancia magnética funcional mostró que los pacientes deprimidos tenían una activación anormal de la corteza prefrontal medial. Durante este estudio, los sujetos tuvieron que juzgar si los rasgos de personalidad los describían o no (es decir, "¿Soy egoísta?"), O si describía un rasgo generalmente deseable o no (es decir, "¿Es bueno o malo ser codicioso?").
La disfunción de la región prefrontal medial puede explicar las quejas específicas de los pacientes deprimidos, como la culpa, la cavilación y el sentimiento de culpa.
Se observó que este patrón de activación se mantuvo durante el curso de la depresión después de 8 semanas de tratamiento antidepresivo. Estos resultados son difíciles de interpretar, pero sugieren que, después de la remisión de la depresión, algunos pacientes muestran anomalías persistentes de regiones específicas del cerebro.
Tales anomalías pueden indicar la necesidad de un tratamiento complementario, como la terapia cognitivo-conductual, para reducir el riesgo de recurrencia de la depresión.
En general, estos hallazgos contribuyen al argumento de que los estudios de imágenes cerebrales podrían proporcionar biomarcadores de diagnóstico y mejorar las posibilidades de los pacientes de responder a modalidades de tratamiento específicas. Dichos marcadores neurobiológicos de depresión pueden ayudar a los psiquiatras a adaptar el tratamiento antidepresivo al cerebro y a las necesidades biológicas de los pacientes. Sin embargo, a pesar de más de una década de investigación de este tipo, no se han encontrado tales biomarcadores.
En la población general, la depresión todavía se asocia con frecuencia o se percibe como un mal estilo de vida, deterioro del juicio, malas decisiones y "debilidad psicológica".
Sin embargo, los resultados de los estudios de imágenes cerebrales demuestran que la depresión afecta el cerebro y está asociada con la disfunción de regiones cerebrales específicas involucradas en el control cognitivo y la respuesta emocional.
Fuente: Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología.