No existe una pregunta simple

Pensarías que una simple pregunta se encontraría con una simple respuesta. En ocasiones, eso es cierto. Pero a menudo, una simple pregunta suscita un aluvión de bagaje emocional. A continuación se muestran dos ejemplos:

Él dice: ¿Sabes dónde está la linterna?
Ella dice: Nunca guardas nada y luego esperas que lo encuentre. ¿Cómo se supone que voy a saber?

Ella dice: Está lloviendo; conducirás con cuidado?
Él dice: ¡Déjame en paz! ¡No soy idiota!

La comunicación no es lo que dices; es lo que la otra persona te oye decir. Y cuando tienes una historia con esa persona, una simple pregunta puede provocar un frenesí de emociones.

Si no sabe por qué puede suceder esto, pregúntese:

  • ¿Cómo interpretó la otra persona mi pregunta?
  • ¿Mis palabras han acentuado un conflicto existente?
  • ¿Cuál fue mi tono de voz y lenguaje corporal?

Si estás pensando, ¡tanto trabajo! ¿Por qué necesito pensar en estas cosas?
¿Por qué no puedo simplemente decir lo que quiero decir?

Sí, es verdad; tienes derecho a seguir repitiendo viejos patrones. Mover la cabeza con desdén; dile lo idiota que es; llámala cabeza hueca; Murmura malas palabras y construye un caso de cuán en lo correcto estás, cuán equivocado está él.

O puede buscar descubrir la razón por la que una simple pregunta no generó una respuesta simple. Luego, puede cambiar su respuesta para obtener un resultado diferente

Un breve ejemplo:

Ella: Sé que algo te está molestando. ¿Qué es? ¿Por qué no hablas de eso?
Él: ¡Nada me molesta! Solo quiero paz y tranquilidad aquí. es mucho para preguntar?
Ella: Hay que ir de nuevo. No me habla. Estoy harto de esto.
Él: Silencio
Ella: ¿Qué tipo de matrimonio tenemos? No compartes nada conmigo. ¡Lo he tenido contigo!

Puedes ver hacia dónde va esta conversación. ¡Es hora de cerrar las escotillas!

Ahora imaginemos que ella comienza con la misma queja, pero ambas partes se comunican de una manera más reflexiva:

Ella: Sé que algo te está molestando. ¿Qué es? ¿Por qué no hablas de eso?
Él: ¡Nada me molesta! Acabo de tener un día estresante y quiero relajarme. Por favor, dame algo de tiempo para relajarme.
Ella: Bueno. Retírate a tu cueva. Cuando haya terminado de hibernar, que espero que sea pronto, estoy aquí para escuchar.
Él: Lo sé, pero a veces me gusta estar callado. No soy como tú; No siempre me gusta hablar de eso.
Ella: Sé que eres un tipo tranquilo. Pero me hace sentir tan solo, excluido y distante de ti cuando no me hablas. Quiero que nos acerquemos compartiendo nuestras cosas.
Él: Te escucho. Pero ahora mismo, estoy loco. Déjame estar y hablaremos más tarde cuando los niños se hayan dormido.
Ella: OKAY. Espero que.

¿Qué hizo esta pareja para aliviar el conflicto? Aquí hay 4 habilidades de comunicación que marcaron la diferencia. Ellos:

  • Escuchándose unos a otros, validando el punto de vista del otro.
  • Expresó sus propias necesidades sin atacar a su cónyuge.
  • Comunicado con respeto y optimismo.
  • Se evitó el estancamiento buscando una solución al conflicto.

Las relaciones prosperarán o fracasarán en función de sus habilidades de comunicación. Nunca es demasiado tarde para aprender formas más efectivas de acercarse a su compañero de vida.

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