La investigación sobre la memoria arroja nueva luz sobre la depresión

El estudio de la memoria está impulsado por los avances en psicología cognitiva y una nueva comprensión de los procesos cognitivos informados por imágenes cerebrales.

Tres nuevos estudios revisan la memoria desde la perspectiva del olvido inducido por la recuperación, compartiendo historias intergeneracionales y una investigación sobre si la memoria se deteriora o sobrescribe, lo que complica la recuperación.

En el primer estudio, los investigadores señalan que el hecho de no recuperar los recuerdos puede no siempre ser algo malo; por ejemplo, podríamos preferir olvidar ciertos casos de angustia o fracaso en favor de algunos de los eventos más positivos de nuestras vidas.

El Dr. Benjamin C. Storm y la estudiante de posgrado Tara A. Jobe de la Universidad de Illinois - Chicago pidieron a los participantes que realizaran una tarea de memoria destinada a evaluar el olvido inducido por la recuperación, cuando recordar un dato conduce al olvido de otro.

También evaluaron el recuerdo de los participantes en busca de recuerdos positivos y negativos de sus propias vidas. Los hallazgos del estudio sugieren que los participantes que mostraron niveles más bajos de olvido inducido por la recuperación recordaron más eventos negativos que positivos.

Según los investigadores, este hallazgo sugiere que las personas que tienen problemas de olvido inducido por la recuperación pueden ser menos capaces de inhibir los pensamientos negativos.

En última instancia, este hallazgo puede ayudar a arrojar algo de luz sobre la relación entre el olvido, o la falta de él, y la depresión.

En el segundo estudio, Connie Svob y el Dr. Norman R. Brown de la Universidad de Alberta examinaron si los recuerdos compartidos por las generaciones mayores son los mismos que recuerdan las generaciones más jóvenes.

Los investigadores dividieron a los adultos jóvenes en dos grupos: aquellos cuyos padres habían vivido un conflicto político y aquellos cuyos padres no.

Se pidió a los participantes que enumeraran 10 recuerdos importantes de la vida de uno de los padres y que calcularan la edad de sus padres durante el evento.

En ambos grupos, el informe temporal de los recuerdos exhibió un "golpe de reminiscencia" que estaba relacionado con la edad estimada de los padres. Según Svob y Brown, estos hallazgos indican que el aumento de la reminiscencia está influenciado por eventos socioculturales.

En el estudio final, los Dres. Erik M. Altmann y Christian D. Schunn investigaron si las huellas de la memoria se deterioran con el tiempo, si las huellas de la memoria interfieren entre sí o si la descomposición y la interferencia ocurren juntas.

Los investigadores reexaminaron el estudio de 1965 de Waugh y Norman (a menudo utilizado como apoyo para la perspectiva de solo interferencia) desde el punto de vista de que la desintegración y la interferencia ocurren juntas.

Se creó un nuevo modelo basado en la teoría de la memoria existente que tuvo en cuenta tanto la interferencia como el deterioro, lo que sugiere que ambos procesos pueden estar en funcionamiento.

Fuente: Asociación de Ciencias Psicológicas

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