La mala atención de los adolescentes jóvenes vinculada a los trastornos de ansiedad
Una nueva investigación sugiere que el bajo control de la atención en la adolescencia temprana está relacionado con un factor de riesgo genético para cuatro trastornos de ansiedad diferentes.
Los investigadores de la Universidad de Texas, Arlington (UTA) encontraron que los adolescentes que sufren de ansiedad también son más vulnerables a problemas adicionales como depresión, dependencia de drogas, comportamiento suicida y bajo rendimiento educativo.
Según los Institutos Nacionales de Salud Mental, el ocho por ciento de los adolescentes de 13 a 18 años tienen un trastorno de ansiedad, y los problemas relacionados con la ansiedad a menudo alcanzan su punto máximo durante este tiempo.
La mayoría de los adultos diagnosticados con ansiedad o trastornos del estado de ánimo también informan la presencia de síntomas en una etapa anterior de sus vidas.
"Una intervención adecuada y más temprana realmente podría ayudar a estos pacientes y mejorar sus perspectivas a largo plazo", dijo el Dr. Jeffrey Gagne, profesor asistente de psicología de la UTA y autor principal del estudio.
“Tener un marcador visible como el bajo control de la atención, que suele aparecer y se puede identificar antes que la ansiedad, podría mejorar el tratamiento de estos trastornos”.
Gagne y la estudiante graduada de la UTA Catherine Spann publicaron recientemente su investigación en elRevista de investigación sobre la adolescencia. Es el primer examen basado en un estudio de gemelos de factores genéticos y ambientales que contribuyen tanto al bajo control de la atención como a cuatro síntomas distintos de ansiedad en la adolescencia temprana.
En la investigación, los investigadores utilizaron una combinación de autoevaluaciones y calificaciones de la madre para evaluar las puntuaciones de los síntomas obsesivos, sociales, de separación y de ansiedad generalizada en 446 pares de gemelos con una edad media de 13,6 años. Todos los participantes se inscribieron en el Wisconsin Twin Project.
Luego, los investigadores exploraron hasta qué punto los vínculos entre los bajos niveles de atención y los síntomas de ansiedad se ven influenciados genética y ambientalmente en la adolescencia.
Descubrieron que los factores ambientales no compartidos eran una gran influencia para el control de la atención y todas las variables de ansiedad. Las correlaciones genéticas oscilaron entre el 36 y el 47 por ciento, un patrón que sugiere que la poca atención puede considerarse un factor de riesgo fenotípico y genético para la ansiedad.
El nivel de riesgo varió, sin embargo, dependiendo del tipo específico de trastorno, siendo las correlaciones más altas para las ansiedades generalizadas y de separación, y las más bajas para el trastorno obsesivo-compulsivo.
El Dr. Perry Fuchs, presidente del departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias de la UTA, enfatizó la importancia de este trabajo en el contexto del creciente enfoque de la universidad en la salud y la condición humana.
"La adolescencia es claramente un período de desarrollo importante", dijo Fuchs. "Una mejor evaluación de la capacidad de concentración de los adolescentes podría facilitar la identificación de las personas con riesgo de ansiedad y también podría informar los estudios de genética molecular, que sería la siguiente etapa lógica de la investigación".
Fuente: Universidad de Texas, Arlington