Estudio encuentra que las siestas pueden ayudar en la toma de decisiones

Una nueva investigación realizada por científicos del Reino Unido encuentra que incluso las siestas cortas pueden ayudar a las personas a sopesar mejor los pros y los contras de una decisión difícil. Los investigadores midieron los cambios en la actividad cerebral y las respuestas de las personas antes y después de una siesta y encontraron que retrasar una decisión hasta después de que uno "duerme" es un buen consejo.

En el estudio, los investigadores de la Universidad de Bristol buscaron comprender si un período corto de sueño puede ayudarnos a procesar información inconsciente y cómo esto podría afectar el comportamiento y el tiempo de reacción. Sus hallazgos aparecen en el Revista de investigación del sueño.

Los investigadores descubrieron los beneficios de un período breve de sueño sobre la función cognitiva del cerebro y descubrieron que incluso durante períodos breves de sueño procesamos información de la que no somos conscientes.

Aunque estudios anteriores han confirmado que el sueño ayuda a resolver problemas, lo que resulta en una mejor cognición al despertar, no estaba claro si se requiere alguna forma de proceso mental consciente antes o durante el sueño para ayudar a resolver problemas.

En este estudio, los investigadores ocultaron información presentándola muy brevemente y "enmascarando". Esto significa que la información nunca se percibió conscientemente, una técnica llamada tarea principal enmascarada.

La información oculta, sin embargo, se procesó a un nivel subliminal dentro del cerebro y se midió hasta qué punto interfiere con las respuestas a la información percibida conscientemente.

Se reclutó a dieciséis participantes sanos de distintas edades para participar en un experimento. Los participantes llevaron a cabo dos tareas: la tarea principal enmascarada y una tarea de control en la que los participantes simplemente respondieron cuando vieron un cuadrado rojo o azul en una pantalla. Los participantes practicaron las tareas y luego permanecieron despiertos o tomaron una siesta de 90 minutos antes de realizar las tareas nuevamente.

Mediante un electroencefalograma (EEG) se registró la actividad eléctrica producida naturalmente en el cerebro. A partir de esto, los investigadores midieron el cambio en la actividad cerebral y la respuesta antes y después de la siesta.

El sueño (pero no la vigilia) mejoró la velocidad de procesamiento en la tarea principal enmascarada pero no en la tarea de control, lo que sugiere mejoras específicas del sueño en el procesamiento de los números primos presentados subconscientemente.

El hallazgo de que la información adquirida durante la vigilia puede potencialmente procesarse de una manera cualitativa más profunda durante el sueño puede usarse para optimizar el comportamiento humano dirigido a objetivos.

La Dra. Liz Coulthard, profesora consultora senior en neurología de la demencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Bristol, dijo: “Los hallazgos son notables porque pueden ocurrir en ausencia de una conciencia inicial intencional y consciente, mediante el procesamiento de señales implícitamente presentadas debajo de los participantes. alerta conciente.

"Se necesita más investigación en un tamaño de muestra más grande para comparar si los hallazgos difieren entre las edades y de qué manera, y la investigación de los mecanismos neuronales subyacentes".

Fuente: Universidad de Bristol / EurekAlert

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