La aceptación puede ser clave para la felicidad más adelante en la vida

Aceptar lo que no se puede cambiar es la clave de la felicidad para los adultos mayores que pierden su independencia, según un nuevo estudio.

De hecho, cuando se trata de satisfacción en el futuro, la capacidad de aceptar lo que no se puede cambiar es tan importante como la sensación de poder ejercer control, según el estudio de los psicólogos Dres. Jaclyn Broadbent, Shikkiah de Quadros-Wander y Jane McGillivray de la Universidad Deakin en Australia.

Mantener una sensación de control se ha relacionado con el envejecimiento con satisfacción, según los investigadores. Señalan que hay dos componentes del control "percibido".

El control primario se relaciona con la capacidad de realizar cambios en el entorno para satisfacer sus deseos o necesidades. Esto generalmente se aplica a los adultos mayores que viven de forma independiente en sus comunidades.

El control secundario describe la realización de cambios cognitivos para adaptarse al entorno, por ejemplo, cuando los adultos mayores se trasladan a una residencia.

"En efecto, el control secundario amortigua las pérdidas en el control primario ayudándonos a aceptar lo que no se puede cambiar", dicen los investigadores en el estudio, que fue publicado en Springer's Revista de estudios de la felicidad.

Los tres investigadores evaluaron las diferencias en los niveles de satisfacción con la vida y control percibido entre 101 personas mayores que viven en residencias y otras 101 que viven en la comunidad.

También compararon cómo estos dos tipos de control podrían predecir el bienestar más adelante en la vida. Examinaron ocho dominios clave de satisfacción: nivel de vida, salud, logros en la vida, relaciones personales, seguridad, conexión comunitaria, seguridad futura y espiritualidad y religión.

Sus análisis revelaron que la relación entre el control primario y la satisfacción era mayor para los ancianos que vivían en la comunidad que para los que recibían atención residencial. Por otro lado, el vínculo entre el control secundario y la satisfacción fue mayor en el grupo de atención residencial que en el grupo comunitario.

"Por lo tanto, es probable que tener un fuerte sentido de control sea más importante para los adultos mayores que viven en la comunidad que para los que viven en una residencia", dijeron los investigadores en el estudio. "Por el contrario, es probable que la aceptación sea más importante para el bienestar de los residentes de la atención que de los habitantes de la comunidad".

“Para proteger el bienestar de las personas mayores, la adaptación implica tanto un sentido de control como la aceptación activa de lo que no se puede cambiar”, concluyen los investigadores.

“El control percibido primario y secundario puede predecir la satisfacción con una fuerza comparable dependiendo de la situación de la persona mayor. La aceptación ocupa una posición privilegiada en situaciones de bajo control ".

Fuente: Springer's Journal of Happiness Studies

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