La hormona del estrés puede prolongar los recuerdos angustiantes

Una nueva investigación sugiere que la hormona del estrés, el cortisol, fortalece los recuerdos de experiencias traumáticas o aterradoras.

La hormona parece influir en la formación de la memoria inicial y también afecta la reconsolidación de la memoria posterior que ocurre cuando las personas miran hacia atrás en una experiencia.

Los hallazgos de los psicólogos cognitivos de la Ruhr-Universität Bochum se han publicado en la revista Neuropsicofarmacología.

Sugieren que los resultados podrían explicar la persistencia de fuertes recuerdos emocionales que ocurren en la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Por lo general, los recuerdos intensos de experiencias estresantes ocurren con frecuencia, pero generalmente se desvanecen con el tiempo. Las personas que sufren de ansiedad o trastorno de estrés postraumático, sin embargo, se ven afectadas por recuerdos aterradores que los persiguen una y otra vez.

La investigación ha demostrado que la hormona del estrés cortisol tiene un impacto fortalecedor en la consolidación de los recuerdos, es decir, el proceso de varias horas en el curso del cual se forma un recuerdo inmediatamente después de la experiencia.

Los investigadores de Bochum descubrieron que el cortisol afecta a los recuerdos en humanos también durante la llamada reconsolidación, es decir, la consolidación de los recuerdos que ocurren después de la recuperación de la memoria. Descubrieron que el cortisol puede mejorar este proceso.

“Los resultados pueden explicar por qué ciertos recuerdos indeseables no se desvanecen, por ejemplo, en personas con ansiedad y trastorno de estrés postraumático”, dijo el Prof. Dr. Oliver Wolf.

Si una persona que recuerda un evento aterrador tiene un nivel alto de hormonas del estrés, el recuerdo de ese evento específico se consolidará fuertemente después de cada recuperación.

En el estudio, los investigadores recopilaron datos de los sujetos durante tres días consecutivos. Shira Meir Drexler, Ph.D. estudiante de la Escuela Internacional de Graduados de Neurociencia en Bochum dirigió el experimento.

El primer día, los sujetos del estudio aprendieron una asociación entre formas geométricas específicas y una descarga eléctrica desagradable. El segundo día, algunos de los participantes recibieron una pastilla de cortisol, otros un placebo.

Posteriormente, se les mostró una de las formas geométricas asociadas con la descarga eléctrica.

Al tercer día, se evaluó la memoria de las formas geométricas. Los participantes que habían tomado cortisol exhibieron fuertes recuerdos de la forma asociada al miedo. Los investigadores encontraron pruebas de esta asociación ya que los sujetos mostraron una conductancia cutánea elevada, una medida establecida para la excitación emocional.

Fuente: Ruhr-University Bochum / EurekAlert

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