Las mamás sensibles fomentan las habilidades lingüísticas en los niños con pérdida auditiva

Un nuevo estudio sugiere que las madres que son muy sensibles en sus interacciones con sus hijos sordos que han recibido implantes cocleares fomentan un desarrollo del lenguaje más rápido, ayudándoles prácticamente a ponerse al día con sus compañeros oyentes.

“Me sorprendió que la sensibilidad materna tuviera efectos tan fuertes y consistentes en el aprendizaje del lenguaje oral”, dijo la psicóloga Dra. Alexandra L.Quittner, directora de la División Infantil del Departamento de Psicología de la Universidad de Miami.

"Los hallazgos indican que los programas de implantes cocleares pediátricos deben ofrecer capacitación para los padres que facilite una relación más positiva entre padres e hijos y fomente el desarrollo de la autonomía y la consideración positiva del niño".

El estudio, dirigido por Quittner, es uno de los estudios más grandes y más representativos a nivel nacional sobre los efectos de la crianza de los hijos en niños sordos muy pequeños que han recibido implantes cocleares.

El objetivo principal de los investigadores era comprender cómo el comportamiento de los padres afecta el crecimiento del lenguaje en los niños sordos. La sensibilidad materna se midió en interacciones grabadas en video entre la madre y el niño y se definió por la calidez, el grado en que una madre expresó reacciones positivas y apoyo emocional hacia el niño.

El estudio incluyó a 188 niños con pérdida auditiva de severa a profunda, entre las edades de cinco meses a cinco años. Además de analizar los efectos de la sensibilidad de una madre hacia el desarrollo del lenguaje, el estudio también analizó el impacto de la estimulación cognitiva y del lenguaje.

Las interacciones observadas entre la madre y el niño incluyeron juego libre, resolución de acertijos y una actividad de galería de arte con cinco carteles montados a diferentes alturas en las paredes de la sala de juegos.

Las mayores mejoras en el desarrollo del lenguaje se encontraron en niños cuyos padres mostraron una alta sensibilidad. La estimulación del lenguaje también fue un predictor importante de las ganancias del lenguaje, pero fue más eficaz cuando se administró de manera sensible.

Los niños sordos con padres sensibles tenían solo un año de retraso en el lenguaje oral en comparación con los 2,5 años entre aquellos con padres menos sensibles.

Este grupo de niños sordos y oyentes ha sido seguido durante unos ocho años después de la implantación, y los investigadores los seguirán durante otros cinco años hasta la adolescencia. El objetivo será centrarse en su desarrollo cognitivo y social, así como en su rendimiento académico.

El estudio se publica en la Revista de pediatría.

Fuente: Universidad de Miami


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