Las imágenes cerebrales muestran acciones asociadas con el coraje

Un nuevo estudio fascinante utiliza la ofidiofobia, el miedo a las serpientes, para explicar cómo las personas desarrollan el poder mental para superar el miedo.

Los investigadores utilizaron técnicas de imágenes cerebrales para estudiar a las personas que presentaban ofidiofobia para descubrir los mecanismos cerebrales asociados con el coraje.

La investigación, publicada en la revista Neurona, proporciona una visión fascinante de lo que sucede en el cerebro cuando un individuo realiza voluntariamente una acción opuesta a la promovida por el miedo continuo e incluso puede conducir a nuevas estrategias de tratamiento para aquellos que exhiben un fracaso para superar su miedo.

Aunque existe una gran cantidad de investigaciones que examinan los mecanismos cerebrales asociados con el miedo, se sabe mucho menos sobre los mecanismos cerebrales asociados con el coraje, definido aquí como acción frente al miedo continuo.

"Al medir acciones correctamente definidas de superar el miedo o sucumbir a él en una situación de miedo aguda controlable, uno puede hacer que ciertos sustratos neuronales del coraje sean susceptibles de investigación en un laboratorio de investigación del cerebro", explica el autor principal del estudio, el Dr. Yadin Dudai del Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot, Israel.

Para estudiar los mecanismos neuronales asociados con los momentos de valentía de la vida real, el Dr. Dudai, Uri Nili y sus colegas idearon un paradigma experimental en el que los participantes tenían que elegir si acercar o alejar un objeto de ellos mientras se escaneaba su cerebro con Imagen de resonancia magnética funcional (fMRI).

Los objetos utilizados en el estudio fueron un oso de juguete o una serpiente de maíz viva. Antes del estudio, los participantes fueron categorizados como "temerosos" o "intrépidos" dependiendo de cómo respondieron a un cuestionario validado sobre el miedo a las serpientes.

Como era de esperar, los investigadores observaron que tanto el alto miedo subjetivo como la alta excitación somática se asociaron con sucumbir al miedo y alejar a la serpiente.

Sin embargo, sorprendentemente, acercar a la serpiente se asoció con una alta excitación somática (evaluada por la respuesta de conductancia de la piel) acompañada de un miedo subjetivo bajo (evaluado por las autoevaluaciones del miedo) o un miedo subjetivo alto acompañado de una excitación somática baja.

Las imágenes cerebrales durante la tarea revelaron que la actividad en una región del cerebro llamada corteza cingulada anterior subgenual (sgACC) se correlacionó positivamente con el nivel de miedo subjetivo al elegir actuar con valentía, pero no al elegir sucumbir al miedo.

Además, la actividad en una serie de estructuras del lóbulo temporal se redujo cuando el nivel de miedo aumentó y el individuo decidió superar su miedo.

“Nuestros resultados proponen una explicación de los procesos y mecanismos cerebrales que sustentan un aspecto intrigante del comportamiento humano, la capacidad de realizar una acción voluntaria opuesta a la promovida por el miedo continuo, a saber, el coraje”, concluye el Dr. Dudai.

"Específicamente, nuestros hallazgos delinean la importancia de mantener una alta actividad de sgACC en los esfuerzos exitosos para superar el miedo continuo y apuntan a la posibilidad de manipular la actividad de sgACC en la intervención terapéutica en trastornos que implican un fracaso para superar el miedo".

Fuente: Cell Press

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