Las redes sociales pueden ser un poderoso estímulo para hacer ejercicio

Una nueva investigación prometedora sugiere que finalmente, ha aparecido una nueva tecnología que puede motivar a una persona a hacer ejercicio.

La "nueva" tecnología puede resultar una sorpresa, ya que los investigadores han encontrado una manera de hacer que la Web y las redes sociales sean más efectivas para mejorar los hábitos de ejercicio de las personas.

La necesidad es grande ya que la obesidad y otras formas de enfermedades crónicas impiden la salud de los ciudadanos y contribuyen al gasto en salud que puede amenazar la estabilidad financiera de nuestro país.

Actualmente, aunque se gastan millones de dólares al año en el diseño de anuncios promocionales y campañas en las redes sociales, más del 43 por ciento de los estadounidenses obtienen niveles insuficientes de ejercicio diario y casi un tercio son obesos.

En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Pensilvania, dirigidos por el Dr. Damon Centola de la Escuela de Comunicación Annenberg y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, probaron un motivador de acondicionamiento físico que puede ser más efectivo y mucho más económico que los anuncios promocionales: programa -asignados "compañeros de salud".

El estudio, ha sido publicado recientemente en la revista Informes de medicina preventiva.

En un ensayo controlado aleatorio, los investigadores crearon un sitio web donde 217 estudiantes graduados se inscribieron en clases de ejercicio gratuitas en el gimnasio de la Universidad de Pensilvania.

Parte del grupo también recibió mensajes promocionales de la Universidad, incluidos videos de motivación e infografías muy atractivos que enfatizan los consejos de acondicionamiento físico y la importancia del ejercicio.

Mientras tanto, otra parte del grupo no vio mensajes publicitarios. En cambio, los miembros de este grupo fueron colocados en las redes sociales con seis de sus pares.

Si bien estos grupos de pares permanecieron en el anonimato entre sí, los participantes fueron actualizados periódicamente sobre los logros de fitness de los demás. Podían monitorear el progreso de los demás en el sitio web, y cuando uno se inscribe en una clase de levantamiento de pesas o yoga, por ejemplo, los demás reciben una notificación por correo electrónico.

Como grupo de control para las dos intervenciones, un grupo final de participantes no recibió más seguimiento durante el estudio.

Al final del estudio de 13 semanas, los hallazgos fueron claros. Los mensajes promocionales provocaron un aumento inicial en la asistencia a clase, pero los efectos de motivación desaparecieron rápidamente. Los mensajes promocionales casi no tuvieron ningún efecto a largo plazo en la participación en clase.

Los “amigos” asignados al programa, por otro lado, eran mucho más efectivos para motivar a las personas a hacer ejercicio. Con el paso de las semanas, los efectos motivadores aumentaron, produciendo un crecimiento sustancial en los niveles de inscripción entre las personas en redes de pares.

El estudio utilizó un modelo desarrollado para dinámicas de grupo en línea. Mientras que en la mayoría de las redes sociales populares, las señales se mezclan entre positivas y negativas (un amigo puede hablar de disfrutar de una clase de spinning mientras que otro puede disfrutar de una noche comiendo pizza en el sofá), la red en este estudio proporcionó actualizaciones en vivo solo sobre el ejercicio positivo comportamiento.

“Pudimos usar las señales positivas para formar un bucle de refuerzo que empujó a todos a hacer más ejercicio”, dijo Jingwen Zhang, estudiante de posgrado y autor del estudio.

Observar a un amigo u otro realizar una actividad es un motivador poderoso. De hecho, tanto los científicos como los empresarios han comprendido desde hace mucho tiempo el poder de la influencia social, tanto positiva como negativa, en situaciones del mundo real.

Por ejemplo, las señales de comportamiento negativo, como ver a un compañero fumar o beber, aumentan la probabilidad de que los observadores sigan su ejemplo. O si los compañeros de un estudiante de secundaria hablan de lo mucho que estudiaron para una prueba, una señal positiva, es más probable que él también logre los libros.

Lo que revela este nuevo estudio es que estas mismas señales de comportamiento positivo también son poderosas en nuestras redes en línea y pueden aprovecharse para el bien social. Este enfoque podría aplicarse no solo para fomentar el ejercicio, sino también para promover las vacunas, el cumplimiento de la medicación y la atención preventiva.

“Si bien los mensajes promocionales siguen siendo una de las formas estándar de fomentar un comportamiento saludable, también son bastante costosos”, dice Centola.

“Lo que muestran nuestros resultados es que no es necesario generar contenido multimedia nuevo para llegar a las personas. Solo tiene que colocar a las personas en el tipo de entorno social adecuado donde puedan interactuar entre sí, e incluso la interacción social anónima generará un cambio de comportamiento ".

Los participantes, de hecho, sabían muy poco unos de otros, pero los resultados indican que incluso una exposición mínima a las señales sociales puede tener efectos fuertes. El simple hecho de saber que tus compañeros van a la clase de yoga es una motivación efectiva para que te pongas tu ropa de entrenamiento, y la tecnología necesaria para compartir esa información es increíblemente rentable.

Los investigadores dicen que actualmente se están realizando esfuerzos para explorar por qué las redes sociales son tan efectivas para aumentar la participación. En un pequeño giro, Centola y su equipo están probando si las personas están mejor motivadas por la competencia o por el apoyo social amistoso.

Efectuar un cambio de comportamiento es un gran desafío. El uso organizacional de herramientas sociales proporciona un nuevo método para ayudar a las personas a perder peso, dejar de fumar y vivir vidas más saludables.

Fuente: Universidad de Pennsylvania

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