El rechazo aumenta el riesgo de fraude incluso para las personas honestas

Un nuevo estudio holandés sugiere que el comportamiento fraudulento a menudo ocurre cuando una persona no está contenta por haber sido rechazada en un entorno empresarial.

El fraude es un engaño deliberado para obtener ganancias injustas o ilegales. La representación falsa de un hecho a menudo la realizan personas que no son delincuentes profesionales.

En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron que es más probable que presentemos reclamaciones de seguros falsas si nuestras presentaciones originales son rechazadas. Independientemente de si ese rechazo es justo o injusto, o si hay una recompensa económica en juego, ser rechazado nos hace sentir infelices y reaccionamos con un comportamiento deshonesto.

Para el estudio, los investigadores utilizaron un escenario de reclamo de seguro simulado y encontraron que las personas cuyos reclamos fueron inicialmente rechazados se apresuraron a manipular sus historias para resolver sus reclamos.

Si bien la extraña inflación de reclamos menores en el mundo real puede parecer lo suficientemente inofensiva para el perpetrador, el fraude de seguros es un delito muy costoso. Según el FBI, el fraude de seguros asciende a alrededor de $ 40 mil millones por año, o $ 400- $ 700 por familia por año en los EE. UU.

Este hallazgo es sobresaliente dada la escalada de los costos de atención médica y los déficits federales.

“El fraude es un problema generalizado que le está costando a la sociedad y, por lo tanto, a cada individuo grandes sumas de dinero. El problema del fraude es que beneficia a unas pocas personas, pero como resultado perjudica al resto de la población ”, dijo la investigadora Dra. Sophie Van Der Zee.

Comprender qué impulsa a las personas a falsificar información sobre sus reclamaciones de seguros podría significar grandes ahorros tanto para la empresa de seguros como para el consumidor.

Los científicos responsables de esta investigación creen tener la respuesta: claridad y transparencia por parte de la aseguradora. Aclare las pautas y vuelva a aclarar la política de rechazo.

El estudio analizó el rechazo de los esfuerzos de una persona y cómo afectó sus emociones y su comportamiento posterior.

Para hacer esto, los investigadores utilizaron una plataforma en línea que permitió a los participantes completar y presentar reclamos de seguro simulados. El formato también permitió a los participantes informar sobre sus niveles de felicidad, tristeza, frustración, ansiedad y culpa. Las afirmaciones fueron aceptadas o rechazadas por los investigadores.

Las personas cuyas afirmaciones fueron rechazadas informaron más emociones negativas. También eran significativamente más propensos a hacer trampa o mentir en la siguiente fase del estudio, independientemente de si el rechazo se hizo por motivos objetivos o subjetivos, o si había o no un incentivo financiero.

Curiosamente, el insulto emocional de tener un reclamo rechazado fue el problema, ya que no importaba si el rechazo era justo o no, o si podían ganar económicamente.

Según Van Der Zee, esto significa que abordar el fraude afectará positivamente la vida de muchas personas (honestas).

"Si entendemos cuándo la gente tiende a comportarse de manera deshonesta y cometer fraude, podemos construir el entorno de manera que se anime a las personas a comportarse con honestidad en lugar de engañosas".

Fuente: Frontiers

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