La investigación arroja luz sobre los orígenes del Parkinson

Los investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas han descubierto un proceso que puede ayudar a explicar por qué la gran mayoría de los pacientes de Parkinson desarrollan la enfermedad neurodegenerativa progresiva.

Los expertos dicen que solo el cinco por ciento de los casos de enfermedad de Parkinson se pueden explicar por una mutación genética, mientras que el resto no tiene una causa conocida. La investigación de UT podría conducir a un tratamiento eficaz para retrasar la progresión de la enfermedad de Parkinson, en lugar de simplemente abordar los síntomas de temblores, movimientos lentos, rigidez muscular y deterioro del equilibrio.

En última instancia, estudios adicionales podrían conducir a una prueba de diagnóstico para detectar el Parkinson años antes de que se desarrollen los síntomas, dijo Syed Z. Imam, Ph.D., profesor asistente adjunto en el centro.

Después de analizar células y tejido cerebral post-mortem de animales y humanos, los investigadores observaron que el estrés oxidativo, un conocido culpable de la muerte neuronal, activaba una proteína llamada tirosina quinasa c-Abl en el área nigra-estriado del cerebro.

Las neuronas de esta parte del cerebro son particularmente vulnerables a la lesión de Parkinson.

La activación de esta proteína provocó cambios en otra proteína llamada parkina, que se sabe que está mutada en el Parkinson hereditario. La parkina alterada carecía de la capacidad de descomponer otras proteínas, lo que generaba grupos dañinos de proteína sin procesar en la neurona.

Los científicos creen que esta acumulación conduce a la muerte progresiva de las neuronas, lo que provoca que los síntomas de Parkinson empeoren con el tiempo.

"Cuando bloqueamos la activación de la tirosina quinasa c-Abl, se conservó la función de la parkina y se salvaron las neuronas", dijo Imam.

"Creemos que estos estudios proporcionan un fundamento sólido para avanzar con un ensayo preclínico de inhibidores de la tirosina cinasa c-Abl, con el objetivo de desarrollar un fármaco terapéutico potente para ralentizar la progresión del Parkinson".

Si los ensayos preclínicos en modelos animales de la enfermedad de Parkinson arrojan resultados positivos, el siguiente paso serían los ensayos clínicos en pacientes humanos, dijo Imam.

Los inhibidores de la tirosina quinasa c-Abl ya están aprobados por la FDA para tratar la leucemia mieloide y los tumores gastrointestinales. Esto podría acelerar la aprobación del fármaco para el Parkinson y su traducción de la investigación de laboratorio a la práctica clínica.

“Ha comenzado la carrera para comprender el mecanismo del 95 por ciento de los casos de Parkinson sin causa conocida, y nuestro hallazgo ciertamente es un componente básico”, dijo Imam.

"Hemos encontrado un mecanismo de señalización específico que solo se activa por el estrés oxidativo y es selectivo solo para las neuronas del nigra-striatum afectadas por Parkinson, que es el área que envía señales para el equilibrio al cerebelo".

La enfermedad de Parkinson, que generalmente no se diagnostica hasta los 60 años o más, afecta a aproximadamente medio millón de personas en los Estados Unidos.

El descubrimiento se informa en La Revista de Neurociencia.

Fuente: Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas - San Antonio

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