El TDAH y la crianza de los hijos: consejos para crear calma

Cuando su hijo tiene TDAH, puede haber mucha frustración. Es posible que su hijo se sienta frustrado por tener que hacer una tarea que lo aburre. Es posible que se sientan frustrados con tantos pensamientos en sus cerebros. Es posible que se sientan frustrados porque les cuesta tanto concentrarse y tienen que lidiar con muchos otros desafíos provocados por el TDAH.

Y es posible que se sienta frustrado con todo, desde que se tomen una eternidad para prepararse por la mañana hasta no seguir sus reglas. Como resultado, puede aplicar más presión, pensando que esto motivará a su hijo.

Pero solo fracasa.

Inevitablemente, toda esta frustración llega a su punto máximo, lo que lleva a niños y padres estresados. Según Cindy Goldrich en su libro 8 claves para criar hijos con TDAH, "El estrés y la presión pueden cerrar el pensando cerebro: la corteza prefrontal que alberga Función ejecutiva habilidades." Y los niños con TDAH, escribe, pueden tener hasta un 30 por ciento de retraso en estas habilidades.

Entonces, cuanto más estrés y presión experimentan los niños con TDAH, menos capaces son de concentrarse, prestar atención y manejar sus emociones, escribe. Por ejemplo, es posible que quieran trabajar más rápido, pero su TDAH les impide hacerlo.

Por eso es tan importante crear calma.

“Sin calma, no se puede aprender ni resolver ningún problema”, explica Goldrich, Ed.M., ACAC, entrenador certificado en TDAH, consejero de salud mental y especialista en capacitación para padres.

En 8 claves para la crianza de niños con TDAH, ella comparte cuatro formas en que los padres pueden crear calma tanto dentro de sí mismos como en sus hijos. Crear calma es una de las claves para la crianza de niños con TDAH.

Los otros siete incluyen: educarse sobre cómo el TDAH influye realmente en el comportamiento, las habilidades académicas y sociales; fortalecer su conexión con su hijo; cultivar una buena comunicación; colaboración docente; ser claro y coherente; establecer consecuencias significativas; y manejar las elecciones de su hijo.

A continuación, encontrará las cuatro estrategias calmantes de Goldrich, junto con otras ideas relacionadas de su libro inteligente y lleno de información.

Concéntrate en ti mismo.

Primero, Goldrich señala que es importante modelar el autocontrol y la autorregulación usted mismo. Sugiere varias estrategias que pueden ser útiles para que la mayoría de las personas se calmen.

Por ejemplo, puede tomar varias respiraciones lentas y profundas o contar hasta 10 despacio en tu mente. Intente bajar la voz. "Cuando se habla en voz baja, es mucho más difícil expresar una emoción extrema", escribe Goldrich, fundador de PTSCoaching.

Dígale cortésmente a su hijo que necesita tomarse un descanso para calmarse. Hágales saber que no se trata de evitarlos o rechazarlos. En cambio, se trata de ayudarlo a responder adecuadamente.

En última instancia, recuerda Goldrich, estamos a cargo de nuestras propias reacciones. La clave es encontrar y utilizar las estrategias calmantes que funcionen para usted.

Padre tu niño.

Es decir, deje de lado sus expectativas sobre lo que su hijo debería estar haciendo y cuando. Como escribe Goldrich, "puede que necesite más tiempo que sus compañeros para mostrar su verdadero potencial". Moderar sus expectativas le ayuda a obtener una buena perspectiva cuando está reaccionando y respondiendo a su hijo, dice ella.

Exprese sus sentimientos sin culpar, avergonzar o criticar a su hijo.

Según Goldrich, preste atención al lenguaje que está usando al corregir o alentar a su hijo. Trate de ser empático y comprensivo. Por supuesto, esto no siempre es fácil. Eres humano, después de todo. Pero nuevamente, "Si quieres que tu hogar se sienta tranquilo, debes comenzar contigo". Así que esfuércese por ajustar su propio comportamiento y aprender a lidiar con el estrés y la ansiedad.

Enséñeles a sus hijos a estar tranquilos.

Empiece por enseñarle a su hijo cómo funciona su cerebro. Según Goldrich, "una lección breve y sencilla puede ayudarles a comprender, valorar y responsabilizarse de sus acciones". Por ejemplo, puede explicarle a su hijo que sus habilidades ejecutivas se encuentran en la parte frontal de su cerebro, "el cerebro pensante". Estas áreas ayudan a su hijo a comenzar, concentrarse, recordar cosas, planificar y organizar, manejar sus emociones y monitorear cómo están trabajando.

Goldrich también incluye este script que los padres pueden usar:

Eres el director ejecutivo de tu cerebro. Piense en cada una de las áreas como un gerente que está en su personal. Es su responsabilidad entrenar cada parte de su cerebro para que funcione al máximo. Si uno de sus "gerentes" tiene dificultades, puedo ayudarlo a aprender consejos, herramientas y estrategias para ayudarlo a fortalecer estas habilidades y capacitar al gerente.

La parte posterior de su cerebro tiene su amígdala. Esta es la parte de tu cerebro que gestiona las emociones. Cuando siente más estrés, ansiedad o presión, este cerebro emocional se hace cargo y es muy difícil que su cerebro pensante funcione de la mejor manera. Resolver problemas, aprender y actuar se vuelve muy difícil.

Ayude a su hijo a pensar en diferentes formas en las que puede calmarse. Esto podría incluir llevar un diario sobre sus pensamientos y sentimientos; mantener una manta o un paño relajante; hojeando revistas; pasar tiempo en silencio en su habitación (“al igual que una tortuga aprende a meterse en su caparazón cuando está asustada o amenazada”); y ayudarlos a aprender palabras emocionales, como "Me siento triste" o "Me siento ansioso". Si su hijo es más pequeño, para ayudarlo a identificar las emociones, imprima imágenes de emoji con diferentes expresiones.

Ayude a su hijo a reconocer los pensamientos, las sensaciones físicas y las situaciones que indican que se está molestando. Incluso puede tener una señal o una palabra en clave para su hijo cuando esté en público para hacerle saber que sus emociones están aumentando. Tenga un plan para que puedan alejarse de la situación. Usa palabras empáticas. Ofrezca un abrazo. Como escribe Goldrich, "resolver el problema a veces es secundario a la empatía que pueda necesitar en el momento".

Goldrich también sugiere que los padres creen un "Kit de calma". Guarde este kit en cualquier lugar que su hijo pueda necesitar: desde su habitación hasta el automóvil. Haga que su hijo participe en la creación del kit, que puede incluir pegatinas, crayones, burbujas, plastilina, juguetes pequeños y una tarjeta plastificada con otras ideas (como jugar al “Veo, veo”).

El TDAH presenta muchos desafíos que son frustrantes tanto para los niños como para los padres. Crear calma es una estrategia inteligente y valiosa. Y esa calma empieza contigo.


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