4 formas constructivas de lidiar con las críticas

Vivir y ser parte de una comunidad en el trabajo, el hogar o la escuela significa que a veces nos dicen verdades que quizás no nos guste saber o escuchar. Nos etiquetan por nuestras deficiencias y nos juzgan por nuestras fallas y errores. Si bien la tentación de bloquear los comentarios desagradables es fuerte, al hacerlo obstaculizamos nuestro crecimiento personal y nuestro potencial.

Es terriblemente difícil recibir desaprobación y valoraciones negativas, pero si logramos desarrollar nuestras fortalezas y manejar nuestras debilidades, el mundo puede convertirse en nuestra ostra. A continuación se muestran cuatro formas de lidiar con las críticas:

  1. Tómese el tiempo para calmarse, establecer límites y responder, no reaccionar.
    La crítica, independientemente de su buena o mala intención, puede penetrar profundamente en nuestra psique. Si se distribuye en una conversación y el orador se está exagerando, establezca sus límites pidiendo un tiempo de espera. Explique que escuchó lo que se ha dicho, pero es demasiado para digerir en este momento. Afirme que le gustaría reanudar la discusión cuando esté más receptivo al tema.

    Si el mensaje difícil se envía por mensaje de texto o correo electrónico, absténgase de responder de inmediato. Quita los ojos de esas palabras, sal a caminar, toma una ducha o haz algo más para reenfocar tus pensamientos en algo más positivo. En cualquier caso, después de que te hayas calmado, esfuérzate por responder con madurez en lugar de contraatacar y desencadenar un círculo vicioso de conflicto.

  2. Concéntrese en los puntos, no en el tono, las etiquetas y el juicio.
    Idealmente, todo el mundo sería un maestro de la comunicación, pero eso no es realista. A veces, los buenos consejos pueden perderse en una mala elección de palabras o tonos duros. Otras veces, la retroalimentación entregada con malicia puede contener puntos constructivos sobre áreas de mejora. Es importante centrarse en las ideas del mensaje, no en el tono, las etiquetas, la intención del orador y su juicio. Para desviar su atención de los sentimientos heridos y evitar perder la vida revolcándose en la autocompasión, canalice sus pensamientos en la acción constructiva que se puede tomar.
  3. Úselo para alimentarse, no para abatirlo.
    Cuando se ve asaltado por hechos dolorosos, aunque bien intencionados, la mejor venganza es usar el dolor para seguir adelante. Es casi imposible sentirse inmune a las críticas, especialmente cuando es verdad. Podemos usar el dolor, los sentimientos de rechazo e indignidad para motivarnos a superar y lograr el dominio de nuestros defectos y prosperar a pesar de ellos.

    El cambio positivo nunca es fácil. Cada vez que tenga ganas de tirar la toalla, recuerde las terribles emociones que sintió al ser consciente de sus limitaciones. Repítete que quieres seguir adelante porque no quieres volver a experimentar esa sensación de derrota.

  4. Comprende de dónde viene el hablante.
    Es importante comprender el contexto en el que se formaron las opiniones del orador. Él o ella pueden provenir de una época, un sistema de valores de educación, un conjunto de prioridades, aspiraciones y metas diferente al tuyo. Tenga eso en cuenta, elija partes del mensaje que se alineen con su propia brújula interna y sacuda el resto. No descarte por completo los puntos que considere irrelevantes. Un consejo que se siente inadecuado ahora puede ser muy valioso cuando se encuentra en un estado de ánimo diferente en una edad o etapa de vida diferente.

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