Conducción consciente en la fiebre navideña

Realmente estoy sintiendo el beneficio de salpicar mi día con mini-meditaciones en este momento. El siguiente que quiero compartir con ustedes es este: conducción consciente.

La Navidad es un buen momento para llevar esta práctica a nuestros días. Tiene dos enormes beneficios: restaurar la calma en el momento y brindar información sobre lo que está sucediendo. Dejame explicar.

Algunos dicen que nada nos muestra más claramente que todos tenemos las semillas de la ira en nosotros que quedar atrapados en el tráfico. No hay duda de que conducir en Navidad puede ser bastante enloquecedor. Centrémonos primero en lo que podemos hacer en el momento para restablecer la calma.

La primera es ver esto como un nuevo hábito que está estableciendo. (El primer paso de la formación de hábitos es tener un disparador que le recuerde que debe practicar). Por lo tanto, cada embotellamiento es un regalo, una oportunidad para practicar.

Es posible que piense que es solo un truco tonto, pero si realmente se involucra en la experiencia, tiene un efecto casi instantáneo en sus niveles de estrés psicológico y físico. Descubrirás que surge la curiosidad o el interés en lugar de la frustración (“¡oh, tráfico, puedo practicar mi respiración!”). En consecuencia, sus niveles de cortisol no aumentarán y estará relajado en lugar de tenso y constreñido.

Ahora respire profundamente unas cuantas veces y envíe amabilidad, pase lo que pase. Disminuya la velocidad de su respiración a 4-6 respiraciones por minuto, 5-15 segundos dentro y 10-15 segundos fuera. Esto activa la corteza prefrontal y el sistema nervioso parasimpático, aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca y cambia el cerebro del modo de estrés al modo de calma.

La segunda parte de esto es sintonizar tus reacciones automáticas a medida que las respiras. Abra su conciencia para incluir sus pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas y traiga esa misma ligera curiosidad para sintonizar con lo que le están diciendo. Continúe respirando profundamente, más lentamente al exhalar.

¿Tienes hambre? ¿Cansado? ¿Abrumado por tanto que hacer? ¿Corriendo cuando podía moverse con más tranquilidad? ¿Catastrofizar o publicar viejas "historias" de Navidad o problemas de tráfico que alimentan su estrés? ¿Intenta reafirmar el control en una situación que no puede cambiar (es decir, el atasco de tráfico) cuando podría soltarse un poco suavemente?

Continúe respirando mientras obtiene más información sobre lo que está sucediendo y envíe amabilidad y apoyo mientras se pregunta: ¿qué necesito aquí?

También puedes practicar de antemano. Esta es una gran inversión para hacer de esta meditación en los atascos de tráfico un hábito consciente, especialmente si sabes que la ira en la carretera es un factor de riesgo para ti. Cuanto más lo haga, mayores serán los beneficios para la salud. Experimente con esta mini-meditación totalmente portátil y disfrute de unas felices fiestas, con tráfico o sin tráfico.

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