La asombrosa forma en que el olvido ayuda a tu cerebro a funcionar

La idea de que olvidar es importante para el correcto funcionamiento del cerebro y la memoria puede parecer contradictoria. Sin embargo, olvidar es parte del proceso de memorización y no nos hace menos inteligentes.

La investigación muestra que nuestro cerebro tiene mecanismos activos para olvidar. Tanto el almacenamiento como la pérdida de recuerdos son importantes para seleccionar y conservar la información más relevante.

Olvidar ayuda a deshacerse de la información obsoleta. Olvidar los detalles también ayuda a generalizar las experiencias pasadas en categorías específicas y así crear respuestas adecuadas a situaciones similares en el futuro.

Olvidar los detalles nos ayuda a recordar lo que hay que recordar.No se puede crear un buen texto sin eliminar y corregir sus partes. Como dice el refrán, es el espacio vacío entre las notas lo que hace la música.

Cuando hablamos de olvido en este artículo, no hablamos del olvido relacionado con la demencia o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa. Estamos hablando de olvidar procesos que tienen lugar en un individuo sano y son fundamentales para el buen funcionamiento del cerebro.

Diariamente, nuestro cerebro es bombardeado con información. La mayor parte de esta información se parece más a un ruido que interfiere con nuestra toma de decisiones y reduce la claridad de pensamientos. Es necesario hacer algo con esta información innecesaria. Olvidar mejora la flexibilidad del cerebro al eliminar información obsoleta e innecesaria. También ayuda a agilizar nuestra memoria eliminando detalles inútiles y generalizando los conceptos involucrados.

La función de la memoria no es simplemente pasar información a través del tiempo, sino también optimizar la toma de decisiones futuras.

El olvido tiene una función especial en el proceso de memorización. Recordar cosas tiene un costo para la memoria, por lo que olvidar cosas irrelevantes es un proceso que ahorra costos. Nuestro cambio de memoria es bidireccional. Algunos recuerdos se fortalecen, mientras que otros se reprimen o se eliminan por completo. Esto hace que el proceso de recuperación de información importante sea más eficiente, ya que el cerebro utiliza menos recursos. Aunque olvidar puede ser frustrante, tiene algunos beneficios fundamentales que ayudan a nuestra capacidad de recordar.

El olvido también es fundamental para nuestra salud mental. Si esto le parece una exageración, piense en la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). El olvido es fundamental para la recuperación postraumática. Las personas con dificultades para olvidar cosas son más propensas a la depresión y al trauma psicológico. Esta es la razón por la que uno de los componentes clave del tratamiento del TEPT es la represión o el olvido de la memoria. Por tanto, la capacidad de olvidar se puede utilizar como un mecanismo protector que ayuda a mejorar la salud mental.

Algunos investigadores incluso creen que el olvido está relacionado con la ética. Si los pensamientos injustos persisten en su mente, finalmente pueden resultar en acciones poco éticas. Olvidar nos ayuda a deshacernos del tipo de pensamientos y acciones incorrectos.

El olvido es importante para dejar atrás las humillaciones vividas anteriormente y seguir adelante con orgullo. Olvidar nos ayuda a avanzar hacia el futuro, dejando atrás el pasado. Tanto el recuerdo como el olvido contribuyen a la continuación de la vida, permitiéndonos olvidar la ira y los dolores del pasado.

Olvidar nos ayuda a construir la trama de nuestra vida como queremos. Sin olvidar cosas innecesarias, no podemos crear un diseño de nuestro agrado. No podemos contar una hermosa historia sin omitir algunos detalles secundarios.

Para un equilibrio adecuado en la vida, tanto la conservación de la memoria como el olvido son importantes. Yoni Van Den Eede escribió acertadamente que:

En este doble pacto fáustico, debemos preguntarnos hacia cuál de los dos lados nos hemos inclinado y cómo podemos alcanzar un equilibrio que combine la aplicación con las limitaciones, conscientemente buscadas.

REFERENCIAS

Kearney, R., Dooley, M., 1999. Cuestionar la ética: debates contemporáneos en filosofía. Prensa de psicología.

Richards, B.A., Frankland, P.W., 2017. La persistencia y fugacidad de la memoria. Neuron 94, 1071-1084. doi: 10.1016 / j.neuron.2017.04.037.

Rossouw, P., 2013. PTSD & Voluntary Forgetting of Unwanted Memories. El neuropsicoterapeuta 2, 122-124.

Schlesinger, H.J., 1970. El lugar del olvido en el funcionamiento de la memoria. Mermelada. Psicoanal. Assoc. 18, 358–371. doi: 10.1177 / 000306517001800206.

Este artículo invitado apareció originalmente en el galardonado blog de ciencia y salud y en la comunidad temática del cerebro, BrainBlogger: Why is Forgetting Good for Your Brain and Health?

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