Muchos estudios de fMRI "fundamentalmente defectuosos"

En las últimas décadas, las técnicas de obtención de imágenes cerebrales se han convertido en furor en la investigación en neurociencia. En lugar de estudios sencillos que describen procesos psicológicos en artículos de 8.000 palabras, las imágenes cerebrales permiten obtener imágenes del cerebro bonitas y atractivas (como señalamos en una entrada de blog hace más de un año).

Pero las imágenes pueden no decirnos lo que pensamos.

Un nuevo estudio de Edward Vul en prensa en Perspectivas de la ciencia psicológica sugiere que la validez de muchos estudios que utilizan técnicas de imágenes cerebrales, como la resonancia magnética funcional (fMRI), puede estar en duda:

En esos estudios, los investigadores utilizaron fMRI para medir la oxigenación de la sangre, un marcador de la actividad neuronal, en regiones específicas del cerebro durante las tareas conductuales. Como es típico en los estudios de resonancia magnética funcional, los investigadores dividieron el cerebro en pequeñas regiones en forma de cubo llamadas vóxeles y buscaron la activación dentro de regiones que creían que eran clave para el comportamiento.

El problema, dice Vul, es que existen fallas fundamentales en la forma en que la mayoría de los investigadores determinan qué vóxeles incluir en sus análisis. Muchos solo incluyen vóxeles que alcanzan un cierto umbral de activación; si alcanzan ese umbral, es una correlación. Dado que promedian estos datos en muchos individuos, incluso el "ruido" aleatorio en los datos se amplifica en una falsa correlación, algo a lo que Vul se refiere como "correlación vudú".

El problema es que si tiene un estudio con un diseño descuidado y se publica en una revista revisada por pares, se convierte en la literatura aceptada para ese tema. Los investigadores rara vez regresan y vuelven a analizar todos esos estudios estudio por estudio y determinan cuáles son los estudios "buenos" y cuáles deben eliminarse debido a estos diseños descuidados.

Los medios de comunicación también publicarán regularmente los hallazgos de cualquier estudio de resonancia magnética funcional, independientemente de si es una buena investigación o no. ¿Por qué? Porque es convincente escuchar que los científicos están reduciendo áreas específicas del cerebro a conductas o emociones específicas. Nos hace sentir como si estuviéramos empezando a comprender el cerebro (cuando en realidad todo lo que estamos haciendo es arañar la superficie de nuestro entendimiento).

Todo lo cual nubla nuestro conocimiento en esta área y nos hace creer que tenemos una comprensión mucho más clara del cerebro de la que realmente tenemos. La investigación de Vul es valiosa para señalar qué parte de la investigación de fMRI es fundamentalmente defectuosa y debe retirarse de las revistas en las que se publicaron.

Y sirve como otro recordatorio de que hay que tener cuidado de no creer esas bonitas y convincentes imágenes del cerebro.

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