¿Viajar puede mejorar su salud mental?

Estás de pie a orillas del río Sena en Francia, mirando el resplandor dorado que ilumina la Torre Eiffel después de que se pone el sol.

Estás sentado en la Plaza de España en Roma, con un helado helado de chocolate en la mano, mientras la vida pasa en medio de la plaza.

Estás flotando en el Mar Caribe mientras las palmeras se mecen con la cálida brisa de Aruba, sintiéndote en paz en ese mismo momento.

Estás caminando por las pintorescas calles de Nantucket, pasando por las casitas de tejas grises; Nueva Inglaterra en el verano está llena de belleza y comodidad.

Ya sea que tenga una fantasía parisina o anhele una escapada acogedora junto a la playa, mi ansia de ir a algún lugar resurge de vez en cuando. Viajar proporciona un escape de la rutina diaria y la rutina típica.

Visitar otro lugar no solo es una revelación de la historia y la cultura interesantes, sino que también sirve como un respiro para la mente. Además, según varios artículos, se ha observado cómo los viajes también expanden la mente.

“Viajar permite que la mente se expanda y, literalmente, vea el mundo de una manera nueva y diferente”, escribió Sarah Jensen, consultora de viajes. Ella defiende que viajar permite flexibilidad; Si bien puede planificar su viaje a una T, siempre hay un componente impredecible en la naturaleza de estas citas.

Los cambios y desvíos en el horario, si es necesario, deben adaptarse, y perfeccionar las habilidades del mapa estimula el proceso de pensamiento.

Ver las cosas desde una "perspectiva adecuada" es otro beneficio valioso en la lista de Jensen. A veces, es necesario presenciar de primera mano la angustia de los demás para replantear sus percepciones.

“Cuando las personas ven a otros en situaciones similares o peores, tienden a darse cuenta de que sus problemas ya no son tan abrumadores como antes creían”, dijo Jensen. "Esto ayuda enormemente a reducir el estrés o la depresión que pueda estar presente en el cuerpo".

Ciertos destinos también pueden incorporar barreras del idioma, donde comunicar sus necesidades podría ser un desafío. Jensen señala que una persona aprende a ser paciente, una cualidad que refuerza las vacaciones.

El Dr. Jack Bennett, un entrenador de vida que analiza los viajes en este artículo, ofrece más información sobre la correlación positiva entre viajar y la salud mental. Viajar "interrumpe sus suposiciones y patrones habituales".

Las atracciones turísticas son una excelente manera de ver de qué se trata todo el bombo publicitario, pero a él le encantan "las pequeñas cosas ordinarias que son diferentes".

"Cuando estoy de visita en un país nuevo, siento más curiosidad por hacer las cosas cotidianas, como ir al supermercado, tomar una taza de café, tomar el transporte público o simplemente caminar por la calle", dijo Bennett.

Además de adquirir un descanso de las familiaridades de la vida diaria, viajar amplía la mente y estimula el crecimiento.

Bennett incluso sugiere que las experiencias de conocer a todo tipo de personas demuestran que no somos tan diferentes como podríamos suponer. Vemos a otras personas que han establecido relaciones cercanas y significativas y que quieren dedicarse al trabajo y al ocio que disfrutan.

“Ya sea un poco diferente, o muy diferente, de habla inglesa o no, caros o económicos, diferentes lugares están poblados por personas que quieren prácticamente las mismas cosas”, dijo Bennett.

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