La humildad recorre un largo camino en una relación

Discutir con tu pareja nunca es divertido. Por más justificado y justificado que pueda sentirse, cuando el polvo se asienta y se queda con sus propios pensamientos, se siente mal.

Independientemente, sé lo que estás pensando. Lo ÚLTIMO que quiere hacer cuando se ha sentido abandonado, herido o faltado al respeto por su pareja es inclinarse y mostrar signos de debilidad. Después de todo, solo estás haciendo lo que haría cualquier ser humano cuando alguien a quien ama lo lastima; tu escudo protector se levanta y prometes defender tu yo herido.

Desafortunadamente, este enfoque a menudo no funciona. La mayoría de la gente cree que en una discusión de conflicto, el objetivo principal es persuadir a su pareja para que vea que tiene razón. Es como si dijeran: "Si me explico una vez más, seguramente verán mi lado y harán lo mismo". Esta perspectiva solo crea más dolor y conflicto.

La mayoría de los desacuerdos en las relaciones surgen de cuestiones que están profundamente arraigadas y tocan el núcleo del sistema de creencias, la moral y los valores personales de uno. Sería difícil encontrar a alguien dispuesto a renunciar a sus principios arraigados para adoptar los suyos. Estas características fundamentales son las que nos hacen quienes somos.

Entonces, ¿cómo podemos transmitir nuestro punto de vista para reparar y curar las discusiones que nos dejan sintiéndonos cautelosos y emocionalmente desconectados de nuestros seres queridos? Humillándonos y aceptando un poco de influencia.

Existe una antigua forma de artes marciales japonesa llamada Aikido, que enseña que para tener un espíritu armonioso y ganar, debes ser capaz de ceder ante tu oponente. En las relaciones, el poder y la fuerza vienen en la capacidad de humillarse y aceptar alguna influencia por parte del problema en cuestión. Obtienes más de lo que quieres de tu relación al poder ver la perspectiva de tu pareja y ceder a algo de su comprensión. Esto no significa renunciar a su propio conjunto de creencias, pero sí significa permitirse ver que hay otras que se pueden tener.

Mostrar humildad crea una forma más eficaz de abordar los problemas recurrentes en las relaciones sin resolución. En lugar de tener la misma discusión una y otra vez, encontrar formas de expresar genuinamente comprensión y acuerdo con el punto de vista de su pareja le permite a su pareja hacer lo mismo. La conversación entonces puede adquirir un significado diferente donde la resolución es posible.

La próxima vez que se encuentre en un conflicto con su pareja, recuerde que sus perspectivas son igualmente correctas y justificables. Ambos están en el mismo lugar tratando de defenderlo. En su lugar, busque la comprensión de la postura de su pareja y exprese humildad para que su relación pueda superar las discusiones perpetuas y obtener una aceptación más universal. Solo entonces, su relación puede prosperar.

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