Repavimentación de la carretera
Ayer, pasé 12 horas sentado en mi oficina de terapia mientras trabajaba con clientes que traían consigo un baúl de vapor colectivo de desafíos, historia de trauma, dolor, triunfos para celebrar, historias curativas, ideas y sabiduría. Gracias a Dios por esos últimos elementos, ya que si todo lo que vi fueran los primeros, no estoy seguro de cómo podría haber continuado mi carrera durante los 38 años que he iniciado sesión. Si se calcula en años caninos, eso equivaldría a 342 vueltas de las páginas del calendario."Si no sabe a dónde va, cualquier camino lo llevará allí". - Lewis Carroll
A decir verdad, a veces se siente así. Una de ellas, que se abría paso a través de un patrón familiar de autodesprecio, tuvo un momento aha cuando se dio cuenta de las formas en que sigue caminos que no le conviene atravesar. Aún así, son familiares, así que los baja.
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Esta joven es una escritora perspicaz y talentosa, aunque no ha seguido ese camino profesional. La he estado animando a que comience a recopilar sus palabras de una manera estructurada y a difundirlas en el mundo. Ella se asoma por detrás de la letanía interna bien ensayada que la martillea con el temor de que a nadie le guste lo que escribe. Le aseguro que muchos se beneficiarán de ellos.
En nuestra sesión habla de avistar en la calle el vehículo de alguien de su pasado cuyo recuerdo desencadena la tristeza y le recuerda su pérdida. Nos sentamos en silencio por un momento para dejar que sus sentimientos suban a la superficie con sus lágrimas. Luego dice algo profundo. "Necesito volver a pavimentar la carretera ya que en la que estoy tiene baches".
Nos reímos de la imagen de ella cabalgando una y otra vez a cámara lenta por esos mismos baches y cayendo por las fisuras de la calle. Nos imaginamos limpiando la roca y los escombros y echando alquitrán en la nueva carretera. Sabe que debe evitar conducir hasta que se seque, ya que si intenta hacerlo, se quedará atascada en el lodo. Eso también me resulta familiar. Correr para encontrar una solución es su modus operandi. La paciencia consigo misma no es una de sus virtudes. Una habilidad aprendida para ella. Un trabajo en progreso.
Reflexionamos sobre la definición clásica de locura, "hacer lo mismo una y otra vez, esperando resultados diferentes". Le recuerdo otra referencia que compartió conmigo hace unos años, por un adicto a la heroína en recuperación. Sabiamente ofreció su propia explicación de que sabía exactamente lo que iba a pasar y lo hice de todos modos. Ella se ríe y dice que puede identificarse.
Crear nuevas referencias
Trabajar en el campo de la recuperación ha traído a mi vida la sabiduría de aquellos que se han encontrado atrapados en el remolino de la adicción. En una conversación con alguien que intentaba liberarse de la botella, compartió su dilema.
Le pregunté qué significado tenía la cerveza (su droga preferida). Sonrió con pesar cuando dijo: "Voy a acampar con amigos y hay cerveza. Ayudo a mis amigos a moverse y hay pizza y cerveza. Voy a un partido y hay cerveza. Al final de una larga semana laboral, hay cerveza. Salgo con amigos… ”Te haces una idea. Necesitábamos replantearnos el papel de este atractivo líquido hecho de cebada, lúpulo, levadura y agua.
Se encontró reescribiendo el guión que le decía que tenía que ser una parte tan integral de su vida. ¿Podría crear nuevas asociaciones para las actividades que disfrutaba? ¿Era posible que él socializara sobrio? En el tiempo que trabajamos juntos, felizmente informó que podía hacerlo.
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Mi clienta puede identificarse con esa referencia, ya que ella también necesita replantear sus propias creencias sobre el hombre al volante del camión, que apareció una vez más la semana pasada, así como los otros comportamientos habituales y autolimitantes que se derivan.
Le ofrecí la sabiduría de este poema icónico que forma parte del camino de la recuperación.
Autobiografía en cinco capítulos cortos
yo
Camino por la calle.
Hay un hoyo profundo en la acera
Me caigo.
Estoy perdido ... estoy indefenso.
No es culpa mía.
Me lleva una eternidad encontrar una salida.
II
Camino por la misma calle.
Hay un agujero profundo en la acera.
Finjo que no lo veo.
Caigo de nuevo.
No puedo creer que estoy en el mismo lugar
pero no es mi culpa.
Todavía necesita mucho tiempo para salir.
III
Camino por la misma calle.
Hay un agujero profundo en la acera.
Veo que está ahí.
Todavía caigo en ... es un hábito.
mis ojos estan abiertos
Yo se donde estoy.
Es mi culpa.
Salgo de inmediato.
IV
Camino por la misma calle.
Hay un agujero profundo en la acera.
Lo rodeo.
V
Camino por otra calle.
Copyright (c) 1993, de Portia Nelson del libro Hay un agujero en mi acera. Reproducido con el amable permiso de Beyond Words Publishing, Hillsboro, Oregon.