Descubra cómo puede aliviar las enfermedades crónicas con meditación y atención plena
Un estudio novedoso sugiere que la meditación y la atención plena pueden mejorar enormemente la vida de las personas con enfermedades crónicas, en particular las que padecen diabetes mellitus o enfermedad coronaria. En lugar de preocuparse por el pasado o el futuro, los pacientes comienzan a aceptar suavemente las limitaciones de su enfermedad y se concentran en lo que es posible y beneficioso en el momento presente.
El estudio, publicado en Medicina del comportamiento, descubrió que los pacientes que practican la meditación y la atención plena experimentan mejores patrones de sueño y relajación y tienen una perspectiva más tolerante de vivir con una enfermedad a largo plazo.
Patrones de pensamiento negativos, como preocupación y supresión de pensamientos, también se reducen considerablemente. Supresión de pensamientos ocurre cuando una persona intenta dejar de pensar en un pensamiento indeseable específico, lo que a menudo hace que vuelva con más fuerza. Este es el efecto conocido como "elefante blanco". (Trate de no pensar en un elefante blanco, y probablemente se lo imaginará en la mente).
Por ejemplo, si un paciente intentara suprimir los pensamientos de enfermedad y muerte, estos pensamientos finalmente se volverían más frecuentes y más difíciles de controlar. La meditación, sin embargo, ayuda al paciente a pasar a un estado mental más relajado, ayudándole literalmente a eludir el pensamiento dañino. En otras palabras, cuando la mente está relajada, el cerebro no se siente atraído hacia el pensamiento negativo.
Este estado mental pacífico también se produce a través de atención plena. Según la definición de los autores, la atención plena se encuentra en un estado elevado de autoconciencia centrada en el presente. Esto fomenta la observación sin prejuicios de nuestras emociones, estados corporales y otras sensaciones, lo que conduce a un mayor bienestar mental.
Aunque no se estudiaron los efectos a largo plazo, los hallazgos sugieren que la meditación y la atención plena pueden ser especialmente útiles durante las primeras fases de una enfermedad crónica o inmediatamente después de un evento negativo, cuando la ansiedad y la preocupación son más graves.
Otros estudios sugieren que la meditación aumenta la actividad en el sistema nervioso parasimpático (SNP), la parte del sistema nervioso que reduce el estrés, mejora el flujo sanguíneo y libera jugos digestivos. Deshacerse del estrés adicional es extremadamente importante para el sistema inmunológico, especialmente en un estado de enfermedad crónica. Un estado mental (y corporal) relajado crea las condiciones favorables para la regeneración celular saludable.
La meditación también aumenta la actividad en la corteza prefrontal, la ínsula anterior derecha y el hipocampo derecho. Estas regiones del cerebro ayudan a regular las emociones positivas, la conciencia y la ansiedad y también ayudan a controlar el sistema inmunológico. De hecho, cuando se estimulan, estas áreas del cerebro ayudan al sistema inmunológico a funcionar de manera mucho más efectiva, lo que es particularmente importante para una persona que vive con una enfermedad crónica.
Este artículo es cortesía de Spirituality and Health.