¿Qué impulsa nuestras críticas?

La crítica es una fuerza destructiva en nuestras relaciones. Si queremos amistades y asociaciones más felices, necesitamos controlar el lodo tóxico que arroja nuestra mente crítica.

El investigador de parejas John Gottman ha identificado la crítica como uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Junto con la actitud defensiva, el evasión y el desprecio, la crítica contribuye a la erosión de la confianza y la conexión, lo que conduce a la miseria y al divorcio. Sentir curiosidad por lo que subyace a nuestros juicios vergonzosos puede ayudarnos a pasar de ser críticos a estar conectados.

Todos nos volvemos críticos a veces. Perdemos la calma y nos desenfrenamos en decirle a la gente lo que creemos que está mal en ellos. Cuando alguien nos ofende o no nos gratifica, la frustración aumenta. Podemos encontrar una curiosa satisfacción al atacarlos y avergonzarlos en lugar de asumir la responsabilidad de lo que sentimos por dentro.

No estoy sugiriendo que nos avergüencemos de ser críticos, aunque un toque de vergüenza no es necesariamente algo malo. Pero si nos volvemos demasiado duros con nosotros mismos por ser críticos, es probable que nos enfademos más por dentro. Esto solo nos hará más críticos como una forma de liberar la tensión interna. Podemos declarar alguna variación de "¡Estás equivocado, eres malo, siempre haces esto, nunca haces eso!"

Atacar el carácter de una persona u ofrecer nuestro diagnóstico generalmente desencadena la ira o desencadena una retirada hacia la vergüenza. En mi oficina, es doloroso para mí ver cómo las parejas sin saberlo desencadenan una pelea, huida, congelan la respuesta entre sí en lugar de invitar a una comunicación auténtica y segura.

Ser crítico es parte del ser humano. Las críticas tóxicas solo desaparecerán cuando identifiquemos lo que las subyace y las impulsa.

Notar nuestras vulnerabilidades más profundas

En lugar de lastimar a las personas lanzando críticas, creamos un clima más seguro para la comunicación al contactar y transmitir lo que estamos experimentando en nuestro interior. Nuestra experiencia sentida interna es diferente a nuestras críticas y juicios. Suele ser algo más vulnerable. A menudo es algo de lo que nos defendemos.

Es fácil notar y acusar a los demás de estar a la defensiva. Es más difícil notar cuándo está sucediendo dentro de nosotros. Estar a la defensiva significa que nos estamos defendiendo de sentimientos incómodos o difíciles, como dolor, vergüenza o miedo.

En lugar de permitirnos notar y dar la bienvenida a los sentimientos inconvenientes, podemos anularlos y volvernos farisaicos o despectivos. A través de un curioso juego de manos, trasladamos nuestros sentimientos dolorosos a los demás, esperando que lleven sentimientos que nos negamos a aceptar dentro de nosotros. Estar a la defensiva significa evitar la responsabilidad de nuestros propios sentimientos y comportamiento.

Asumir la responsabilidad significa ser un adulto en nuestras relaciones. La expresión "Piensa antes de hablar" significa hacer una pausa antes de lanzar comentarios destructivos. Se necesita paciencia, atención y coraje para hacer una pausa, entrar y notar nuestra verdadera experiencia interior, aunque sea desagradable.

Crítica: "Eres tan egocéntrico y controlador".
Experiencia sentida: "Me siento enojado y herido cuando me hablas de esa manera".

Crítica: “Actúas como un niño. ¡No me inscribí para ser tu padre! "
Experiencia sentida: “A veces me siento solo y abrumado. Realmente necesito su ayuda en la casa y con nuestra hija ".

Crítica: “Siempre estás en mi caso. ¡Nunca podré complacerte! "
Experiencia Sentida: “Me siento mal por no llamarte cuando llegué tarde. Tenía miedo de que te decepcionaras y siento vergüenza cuando te decepciono. Así que simplemente evité todo. Lo siento mucho."

Notar y compartir nuestra experiencia interior invita a las personas a entrar en nuestro mundo interior. Les permite ver cómo nos han afectado sus palabras o acciones. En lugar de emplear nuestro modo predeterminado de ser críticos, cambiamos el tono de la conversación entrando y entendiendo lo que realmente estamos sintiendo.

Compartir nuestros sentimientos tiernos y vulnerables no solo ayuda a que nuestras relaciones prosperen, sino que también es el secreto para sanar las polémicas divisiones políticas en nuestro país y entre naciones. El desprecio mutuo estridente y la vergüenza siguen alimentando el ciclo de ataque y contraataque que conduce a la destrucción mutuamente asegurada.

No es solo un tópico que la paz en el mundo comience con nosotros, como enseñó Gandhi. Es la base psicológica necesaria para el mundo pacífico que deseamos.

La próxima vez que te des cuenta de que estás siendo crítico con alguien, recuerda hacer una pausa, respirar y notar cómo te sientes dentro de tu cuerpo, que es donde viven los sentimientos. Fíjate si surgen palabras que resuenen con tus sentimientos más profundos. Date tiempo. Ser consciente de lo que realmente está sintiendo puede ser el punto de partida para un tipo diferente de conversación, una que puede conducir a una mayor armonía y conexión.


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