Asesinato en masa: ¿precio que pagamos por las libertades personales?
Con el primer aniversario del tiroteo en la escuela de Newtown, Conn., Detrás de nosotros, un nuevo estudio busca respuestas para ayudar a prevenir sucesos similares en todo EE. UU.Estos tiroteos masivos han dado lugar a numerosas teorías sobre los rasgos de personalidad comunes de los asesinos en masa, la frecuencia de estos incidentes y si la política puede detener los episodios.
Desafortunadamente, muchas de las teorías que explican los tiroteos son mitos.
Nueva investigación publicada en la revista Estudios de homicidio sugiere que la política pública actual tiene una posibilidad limitada de disminuir la tasa de asesinatos en masa y que se deberán tomar medidas más drásticas para tener un éxito real.
“Muchas de las propuestas bien intencionadas que surgen en respuesta al reciente aumento de tiroteos masivos pueden tener un gran impacto en el nivel de delitos violentos que azota a nuestra nación a diario”, afirmaron los investigadores.
"Sin embargo, no deberíamos esperar que tales esfuerzos le den un gran mordisco al crimen en su forma más extrema".
Lamentablemente, la respuesta para prevenir la mayoría de los tiroteos masivos no es compatible con nuestro marco constitucional de libertad personal.
Para el estudio, los investigadores, el Dr. James Alan Fox, profesor de Criminología, Derecho y Políticas Públicas de la Familia Lipman en la Northeastern University, y la estudiante graduada Monica J. DeLateur analizaron investigaciones y estadísticas importantes para desacreditar 11 mitos comunes que rodean los tiroteos masivos, entre ellos:
- Mito: los asesinos en masa matan y matan al azar.
Realidad: los asesinos en masa suelen planificar sus agresiones con días, semanas o meses de antelación. Sus motivos suelen ser la venganza, el poder, la lealtad, el terror y el lucro. - Mito: Los tiroteos masivos van en aumento.
Hecho: según datos del FBI, en las últimas décadas ha habido un promedio de 20 tiroteos masivos al año en los EE. UU. - Mito: el entretenimiento violento, especialmente los videojuegos, está relacionado causalmente con el asesinato en masa.
Hecho: los científicos no han encontrado un vínculo causal entre los videojuegos y los asesinatos en masa; Los videojuegos violentos pueden ser un síntoma y no una causa de los incidentes. - Mito Hay señales reveladoras que pueden ayudarnos a identificar a los asesinos en masa antes de que actúen.
Hecho: los asesinos tienden a ser hombres caucásicos con problemas psicológicos, pero estas características se aplican a una gran parte de la población. - Mito: ampliar la disponibilidad de los servicios de salud mental permitirá que las personas inestables obtengan el tratamiento que necesitan y reducirá los asesinatos en masa.
Realidad: es posible que el aumento de las instalaciones de salud mental no llegue a los marginados que se inclinarían por el asesinato, ya que muchos ven que la culpa reside en otros, no en ellos mismos. - Mito: las verificaciones de antecedentes mejoradas mantendrán las armas peligrosas fuera del alcance de los asesinos.
Hecho - Un examen reciente de 93 tiroteos masivos desde 2009 hasta septiembre de 2013, realizado por Mayors Against Illegal Guns (2013), no encontró indicios de que la ley federal prohibiera a los agresores poseer armas de fuego debido a una enfermedad mental. - Mito: Tener guardias armados en las escuelas protegerá a los estudiantes de los tiradores activos.
Hecho: el 28 por ciento de las escuelas públicas ya emplea personal de seguridad armado con regularidad; no hay forma de que los guardias armados protejan suficientemente a cada uno de sus estudiantes en caso de un tiroteo masivo.
Si bien los investigadores desacreditan estos mitos en su investigación, afirman que solo una política más drástica conduciría a soluciones reales.
"Reducir un mordisco al riesgo de un asesinato en masa, por pequeño que sea, sería un objetivo digno para la nación", afirmaron los autores.
“Sin embargo… eliminar el riesgo de asesinatos en masa implicaría pasos extremos que no podemos o no estamos dispuestos a tomar: abolir la Segunda Enmienda, lograr el pleno empleo, restaurar nuestro sentido de comunidad y arrestar a cualquiera que parezca o actúe sospechoso.
"El asesinato en masa", dijeron los autores, "puede ser un precio que debemos pagar por vivir en una sociedad donde la libertad personal es tan valorada".
Fuente: Sage