7 pasos para dejar de procrastinar y obtener más alegría de la vida

Todos procrastinan. Normalmente lo hacemos para evitar una tarea desagradable o abrumadora. Algunas cosas son amplias y requieren mucho tiempo y esfuerzo, y pueden implicar cambiar comportamientos o creencias arraigados. Otras son tareas puntuales muy específicas. Cuando la postergación comienza a interferir con nuestra calidad de vida al hacer que nos sintamos preocupados, temerosos, perezosos o irresponsables, entonces es el momento de seguir adelante.

Aquí hay siete pasos para salir de las arenas movedizas de la procrastinación y obtener numerosos beneficios, que incluyen una mayor productividad, un mejor estado de ánimo, menos estrés, mejores relaciones, una sensación de logro y una sensación de éxito en la vida.

  1. Identifica el desafío.
    Empiece por escribir la tarea específica que ha pospuesto. Podría ser tener una conversación difícil con un miembro de la familia, lidiar con un mal hábito o finalmente programar esa cita que ha estado evitando. Anotar la tarea le ayuda a concentrarse en el trabajo en cuestión.
  2. Identifique y maneje sus emociones.
    ¿Qué le impide sumergirse en esta tarea? Por lo general, es una o más de las tres emociones centrales. Tal vez se sienta intimidado por todo el tiempo y el sacrificio (miedo). O está resentido por tener que hacer esto cuando cree que no es necesario (enojo). O le molesta que se esté destrozando tanto por no estar motivado (tristeza). Este paso le ayuda a ver el acto de arrastrar los talones por lo que realmente es: una reacción emocional.

    Es útil saber que las emociones (tristeza, ira y miedo) son pura energía en su cuerpo. Mira la palabra "emoción". Es energía (e) en movimiento. Tómate un tiempo en privado para expresar esas emociones de manera constructiva. Al llorar para expresar tristeza, golpear o gritar en una almohada o pisotear para liberar la ira, o hacer temblores exagerados por el miedo, te das permiso para expresar la emoción. La energía se disipa y no te sentirás estancado. Es como dejar salir el vapor de una olla a presión.

  3. Mantén tu cabeza recta.
    Hay dos pasos para este proceso. Primero, comience por tener claro su objetivo en la tarea. Una buena planificación es la base del éxito de la mayoría de los proyectos. Es útil anotarlo para tenerlo como referencia. Por ejemplo, "Quiero sacar esto de mi plato. " O "Me siento más despejado cuando hago ejercicio con regularidad. " Tener una idea clara y precisa de tu objetivo te mantendrá orientado y te ayudará a mantenerte motivado.

    En segundo lugar, identifique los pensamientos saboteadores que cuelgan de las alas, listos para atacar en un momento de debilidad. Luego, proponga un par de verdades para contradecirlas. Por ejemplo, si continuamente te dices a ti mismo: "Nunca podré aprender todo esto", podrías decirte a ti mismo: "Puedo hacer esto" o “Si otros pueden aprenderlo, yo también”. Esa es una pura y simple verdad. Para neutralizar su frustración por tener que realizar esta tarea, podría decir: "Estoy haciendo esto por mí".

  4. Haga la planificación: divida su objetivo en una serie de pequeños pasos factibles.
    Has imaginado la tarea, has lidiado con lo que te ha estado reteniendo y arreglado tu pensamiento destructivo. Para completar el trabajo, es necesario idear un plan razonable paso a paso y decidir cuándo comenzará. Escriba su plan.

    Una vez que tenga un esquema, retroceda e imagine los obstáculos que pueden aparecer en el camino. Para cada escenario, tenga una táctica lista que lo ayude a cumplir con su plan. También es posible que desee encontrar a alguien que apoye sus esfuerzos y con quien pueda comunicarse con regularidad.

  5. Solo hazlo: traga saliva y salta.
    Con toda esta preparación, es hora de abordar la tarea que ha pospuesto. Antes de hacerlo, reconozca sus emociones, ya sea ira, miedo o tristeza. Tómese uno o dos minutos y libere la emoción reprimida de una manera física y constructiva. Sin que la energía emocional lo arrastre hacia abajo, se sentirá preparado para dar el salto y se sorprenderá de lo fácil que es al concentrarse en un paso a la vez.
  6. Resistencia a la batalla.
    A medida que toma medidas, es probable que encuentre resistencia en forma de excusas, mal humor y desánimo. Enfréntate a la resistencia con tenacidad y terquedad, y continúa lidiando con cualquier emoción que surja. En este punto del proceso, es importante repetir sus verdades y recordar su objetivo. Dígalos una y otra vez hasta que se fijen en su mente. "Puedo hacer esto. Me sentiré mejor cuando me ocupe de esto ". Cada vez que se sienta tentado a posponer las cosas, vuelva a concentrarse en la meta.
  7. Aprecie sus esfuerzos y logros.
    Superar una tarea abrumadora es increíblemente satisfactorio. Elogie cada pequeño logro a lo largo del camino. Se sentirá orgulloso y virtuoso cuando deje la tarea de su plato. Hacer lo que está evitando simplificará su vida. Te sentirás con más energía. Dormirás mejor por la noche.

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