Causas de la espondilitis anquilosante

La causa precisa de la espondilitis anquilosante (AS) no se conoce, pero la comunidad médica tiene algunas ideas sobre lo que podría causarla. Piensan que puede ser hereditario, y AS posiblemente tenga una conexión con ciertas bacterias.

Para la mayoría de los pacientes con espondilitis anquilosante, otro miembro de la familia tiene o tuvo AS también.

Herencia: Conexión familiar
Para la mayoría de los pacientes con espondilitis anquilosante, otro miembro de la familia tiene o tuvo AS también.

Herencia: HLA-B27
El HLA-B27 es un antígeno, una proteína que ayuda al cuerpo a producir anticuerpos para combatir las infecciones, y en 1973, los investigadores médicos encontraron un vínculo entre la espondilitis anquilosante y este marcador genético. Sin embargo, un enlace no implica una conexión directa; No todas las personas que tienen el antígeno HLA-B27 necesariamente tendrán AS. Además, no todas las personas con AS tienen el marcador HLA-B27, pero alrededor del 90% de los pacientes con AS tienen el marcador.

Los investigadores no están seguros exactamente de cómo HLA-B27 se relaciona con el desarrollo de AS, pero creen que sí ayuda a desencadenar la enfermedad. Hay 2 teorías potenciales.

  • El marcador HLA-B27 cambia la forma en que ciertas bacterias interactúan con el cuerpo, permitiendo que se desarrolle una inflamación que puede conducir a nuevos huesos, donde su cuerpo no debería tener huesos (por ejemplo, conectar las vértebras).
  • El antígeno HLA-B27 afecta la forma en que otras proteínas funcionan en el cuerpo, cambiando el sistema inmunológico del cuerpo.

Las bacterias
Como se mencionó anteriormente, algunos investigadores creen que ciertos tipos de bacterias atacan el cuerpo y causan inflamación alrededor de los ligamentos. HLA-B27 potencialmente tiene algo que ver con esto, pero se necesita más investigación para confirmar la conexión.

Esa inflamación, y especialmente la inflamación crónica como en la EA, puede hacer que el cuerpo libere sustancias químicas que pueden dañar los tejidos circundantes, como el cartílago. El tejido dañado se reemplaza por tejido cicatricial, que puede causar más dolor ya que no protege la articulación tan bien como lo hace el cartílago. El tejido cicatricial puede endurecerse y formar hueso nuevo como resultado del efecto de la espondilitis anquilosante en el cuerpo. Este proceso de formación de hueso nuevo se llama osificación, y en pacientes con EA, el hueso se desarrolla donde no debería, lo que limita la movilidad y flexibilidad de su columna vertebral.

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